Madrid
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El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, que también es
portavoz nacional del partido y miembro del Comité de Dirección, no ha acudido esta mañana a la reunión de la cúpula del PP, que preside Pablo Casado. La ausencia de Almeida resulta muy significativa, ya que el alcalde y portavoz nacional ha dado muestras de su enorme malestar por la guerra civil en el PP y es, además, uno de los grandes damnificados en la crisis abierta desde hace meses entre Génova e Isabel Díaz Ayuso.
Del Comité de Dirección forman parte el presidente del PP, el secretario general, los seis vicesecretarios, los portavoces en el Congreso, el Senado y el Parlamento Europeo, el portavoz nacional y la presidenta del Comité de Derechos y Garantías, Andrea Levy.
La mayoría de los miembros de ese órgano interno, el de máxima confianza de Casado, han entrado esta mañana a través de garaje para evitar a los medios de comunicación. No ha habido ninguna declaración entre los que participan en la reunión, y de momento el PP no ha permitido la entrada de los medios de comunicación a la sede nacional. Decenas de periodistas esperan en la puerta de Génova, 13, sin que de momento se haya convocado ninguna comparecencia.
En el entorno del alcalde de Madrid han señalado que Almeida está preparando un pleno importante en el Ayuntamiento. Es cierto que no suele acudir a todas las reuniones del Comité de Dirección por motivos de agenda, pero la de hoy era, seguramente, la cita más importante del núcleo duro de Casado.
El alcalde de Madrid era
uno de los activos más importantes del PP en el primer año de legislatura y en la primera parte de la pandemia, tanto que recibió elogios unánimes por su gestión, incluso desde la oposición. Se le llamaba «alcalde de España». Casado quiso incluirle en el Comité de Dirección, con una responsabilidad nacional en el partido, y le nombró portavoz en agosto de 2020, justo cuando fulminó a Cayetana Álvarez de Toledo como portavoz en el Congreso.
Desde ese momento, Almeida empezó a sufrir un desgaste progresivo por su función como portavoz nacional, pero sobre todo cuando desde Génova lo metieron, prácticamente a la fuerza, en la guerra por el PP de Madrid frente a Ayuso. Una situación en la que siempre se ha mostrado a disgusto y muy incómodo.
Tanto, que él fue uno de los primeros que dio un paso al lado, desde octubre pasado, para quitarse de la guerra interna y dejar de ser visible como supuesto adversario de Ayuso.
Ahora, con la
guerra desatada la semana pasada entre Génova y Ayuso, Almeida ha vuelto a dar muestras de su máxima incomodidad y su desacuerdo por la forma en que se estaba gestionando la crisis. Todo ha derivado en su ausencia en la reunión más importante que mantiene Casado con su cúpula directiva desde que fue elegido presidente nacional, en julio de 2018.
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George is Digismak’s reported cum editor with 13 years of experience in Journalism