Madrid
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Dylan Fernández es el típico perro de famoso con cuenta en Instagram, donde aparece soplando las velas de su tarta de cumpleaños, leyendo el periódico con gafas o dando la patita. Siempre impecablemente limpio y repeinado –su presupuesto de peluquería debe superar al de muchas mujeres–, posa de frente, de perfil, con gorra o sin ella, solo o acompañado, por otros perros o por humanos y, sobre todo, con su dueño, Alberto Fernández, el presidente de Argentina. En su perfil, se define como «un collie nacional y popular» y explica que su dueño –«mi mejor amigo», dice– le llamó así «en honor a Bob Dylan». En cierta forma es un perro ‘influencer’ que tiene 258.000 seguidores, y prueba de
su influencia es que su entrenador ha acabado ocupando un puesto en el organigrama del Ministerio de Seguridad argentino.
Su entrenador, en cuestión, es Ariel Zapata, quien se presenta en Linkedin como jefe de instructores de la Escuela de Adiestramiento de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Buenos Aires. El nombre de Zapata ya saltó a los periódicos argentinos en 2020, en pleno confinamiento, cuando su nombre apareció en el listado de las personas que visitaron al presidente en la quinta residencial de Olivos en los peores días de la pandemia de Covid.
Preguntado entonces por el diario argentino ‘La Nación’, la respuesta de Zapata hizo pensar que la convivencia y la paz estaban en peligro en la residencia oficial del presidente de Argentina: «Me lo pidió el doctor Romero, que es el veterinario de Dylan. Me llamaron por un asunto importante, que eran las peleas de perros en Olivos. El perro del presidente, Dylan, se peleaba con su hijo (el cachorro Prócer) y por indicación del doctor Romero yo fui a atender ese problema». Según Zapata, tuvo que acudir en varias ocasiones a la residencia del presidente para acabar con las peleas de los perros, pero nunca cobró por los servicios profesionales que prestó, ya que para él era «un honor» que Fernández le encomendara esa tarea.
Ahora Zapata ha sido nombrado director de Planificación Operativa y Centro de Monitoreo del Ministerio de Seguridad, puesto que depende de la Secretaría de Seguridad y Política Criminal del Ministerio de Seguridad. Aunque su nombramiento se publicó la pasada semana en el Boletín Oficial, entró en vigor el 3 de enero y tendrá una duración de 180 días hábiles, ya que se trata de un cargo con ‘carácter transitorio’.
De Zapata dependerá la Dirección de Cinotecnia, que es el área dedicada a entrenar perros para la detección de explosivos y drogas en los aeropuertos o la localización de personas desaparecidas, entre otras tareas. Pero aún así su nombramiento ha generado cierta polémica en Argentina.
En medio de la controversia, el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, defendió la designación de Zapata: «Me importa un culo si es entrenador del perro del presidente. Yo busqué al mejor y el mejor es él», respondió a Infobae. «Yo conocía a Zapata porque ya había trabajado con él. Necesitábamos una persona para adiestrar a los perros y fui a buscar al mejor. No sabía que había entrenado a Dylan, pero ahora que lo sé no me importa», insistió.
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George is Digismak’s reported cum editor with 13 years of experience in Journalism