Friday, April 19

Así golpeó a España la grave crisis del petróleo con una inflación disparada por encima del 20%


La escalada de precios de la electricidad y los combustibles, acrecentada por la guerra en Ucrania, ha disparado todavía más el Índice de precios de consumo (IPC). La inflación ha aumentado hasta un 9,8% este mes de marzo en España respecto al año pasado en estas mismas fechas, según el dato adelantado por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Una cifra sin igual desde 1985, año que marcó la cima de la larga crisis económica que acompañó al periodo de la Transición en España. La economía boicoteó hasta el más pequeño paso de España hacia la Democracia.

Todo empezó en un lugar muy lejano. El 6 de octubre de 1973, día del Yom Kipur, para los judíos, las

 tropas de los países árabes vecinos lanzaron una ofensiva a gran escala contra Israel. Tras tres semanas de combates, los israelíes no solo aguantó la posición, sino que aumentó su hegemonía en Oriente Próximo. La guerra fue muy breve, pero dejó una cicatriz profunda en Occidente. Para castigar el apoyo europeo y estadounidense a Israel, los países árabes bloquearon los envíos previstos de combustible, lo que triplicó en muy pocas semanas los precios por todo el mundo. Fue el fin de una larga etapa de crecimiento económico que siguió a la Segunda Guerra Mundial.

+ info
Baterías del Ejército israelí durante la Guerra del Yom Kipur.

España sufrió con cierto retardo, pero igual gravedad, las consecuencias de
la Crisis del Petróleo. La economía española creció en esas fechas más que ninguna otra de Europa: entre 1973 y 1976, el PIB español registró un 16% en positivo, mientras que en los principales países de Europa Occidental el crecimiento fue tan solo del 5,5%. El último gobierno de Franco minimizó la subida del coste del crudo reduciendo los impuestos que gravaban el consumo de derivados, de manera que los precios de las gasolinas y el fuel aumentaban tan solo en torno a un 20% en términos reales.

Also Read  The Badajoz City Council stops the oppositions of 33 positions occupied since before 2016

A la muerte de Franco y tras la dimisión forzada de Carlos Arias Navarro, el nuevo presidente, Adolfo Suárez, se encontró en el verano de 1976 una situación crítica, a punto de estallar en algo terrible. La inflación interanual se acercaba al 20%, el déficit del Estado aumentaba como consecuencia de la caída de la recaudación y el paro iniciaba su viaje hacia las nubes. A principios de 1977, ABC tituló su información sobre las previsiones económicas sin pelos en la lengua: «Tampoco será un buen año para la economía». El vaticinio se quedó incluso corto… Ese año, la inflación media en España alcanzó el 24,44%, la cifra más alta de las que se han registrado en la historia de la democracia.

«La inflación constituye un problema diario para cada familia, para cada empresa, para cada institución, y también para el propio Estado. El alza continuada de los precios ahoga los presupuestos familiares modestos, beneficia a los deudores, distorsiona los mercados de mercancías y financieros, convirtiéndose en un factor de profundo descontento y disolución social», informaba ABC en sus páginas económicas el 1 de febrero, donde pedía «frenar la inflación a toda costa».

Huelga metal convocada en mayo de 1978.
Huelga metal convocada en mayo de 1978. – Díaz Japón

Los trabajadores eran
cada año más pobres y les daba para comprar menos cosas con su sueldo. Como solución los sindicatos pidieron aumentar los salarios, lo que a su vez generó un incremento de los precios en lo que fue durante años un círculo vicioso. Para evitar la amenaza de la hiperinflación, los agentes sociales acordaron en los Pactos de la Moncloa (1977) que los salarios no subieran más de un 25% y otras medidas que permitieran al país salir de la trampa. En parte se consiguió gracias a la devaluación de la moneda, pero solo para pasar a otra fase peor de la crisis.

Also Read  German Social Democrats roll in the Saarland regional elections

Cuando parecía que se estaba viviendo la recuperación de la economía mundial, la primera Crisis del Petróleo se junto con la segunda. Esta vez, la razón fue el derrocamiento del sha el 16 de enero de 1979 en Irán, uno de los principales países productores de crudo. Por entonces seguía gobernando Adolfo Suárez en España, quien se inclinó porque el incremento de los precios del crudo lo soportara, sobre todo, los consumidores. El precio del fuel pasó de 8.300 a más de 20.000 pesetas por tonelada.

La década de los ochenta vivió momentos de gran volatilidad en los precios. En 1980, la inflación anual acabó en diciembre en 15,21% y se mantuvo los tres años siguientes en el 14%, al tiempo que el desempleo no dejaba de subir por los elevados costes laborales y el cierre de la industria pesada. Se destruían casi 300.000 empleos al año. Quebraban empresas, cerraban bancos y la peseta estaba herida de muerte. La moneda española pasó de un cambio de 70 pesetas por dólar en los años setenta a 180 en 1985. Si a esto se sumaba una economía que apenas crecía cada año, el resultado era una España cada vez más pobre a ojos de la comunidad internacional.

Muñecos representando a Felipe González y a Ronald Reagan.
Muñecos representando a Felipe González y a Ronald Reagan.

La inflación dio un momento de respiro entre los años 1983 y 1984, ya con el PSOE en el poder, pero su sombra volvió al año siguiente con fuerza. En marzo del nuevo año, ABC se hizo eco de los pronunciados aumentos de precios en los mercados madrileños: «La cesta de la compra ha experimentado fuertes subidas de precios que podemos cifrar entre el 22 y el 32 por 100, aproximadamente, según la prospección realizada en los mercados de San José y Canillas-Ventas. Las mayores diferencias aparecen en pescados y frutas y verduras. Las carnes permanecen estables, a pesar de que el Ministerio de Economía señala una caída de precios para estos productos, especialmente en los pollos».

Also Read  Green light for the remodeling of the surroundings of the Trujillo bridge in Plasencia

Los índices calculados en Mercamadrid para el mes de enero recogían subidas de hasta un 54% en los precios de mayoristas para las hortalizas. El alza en la cesta de la compra incluía también un 19,4% para hortalizas y del 18,4% para frutas. La herida del desempleo tampoco terminaba de cerrarse.

La crisis no remitió definitivamente hasta 1986, con el ingreso de España en
la Comunidad Económica Europea. La entrada abrió la economía, aumentó la inversión extranjera y obligó a las empresas españolas a modernizarse o morir. Además, se incrementaron las inversiones públicas en infraestructuras con motivo, entre otras cosas, de las Olimpiadas de Barcelona y la Exposición Universal de Sevilla. España aceleró el crecimiento de su PIB, redujo la deuda pública, disminuyó la tasa de desempleo y mantuvo la inflación por debajo del 3%.


www.abc.es

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *