Friday, March 29

«Ayudará en dolencias como el párkinson»


El implante electrónico que permite
caminar a tres personas parapléjicas con rotura total de la médula espinal en varios accidentes abre toda una serie de posibilidades no so lo para pacientes con este tipo de lesiones sino también para otros que sufren enfermedades neurodegenerativas que afectan a la motricidad como el párkinson. Esta tecnología innovadora, desarrollada en la ciudad suiza de Lausana por neuroingenieros de la Escuela Politécnica Federal (EPFL) y del Hospital Universitario (CHUV), permitiría recuperar la motricidad y mejoraría la calidad de vida de los enfermos. Es un proyecto prometedor que ha conseguido lo que hasta hace poco parecía imposible: volver a caminar en estos casos, tras accidentes graves que postran a la persona que ha sufrido una

 fractura total de la médula.

Tal y como dio a conocer la revista ‘Nature’ esta misma semana, los científicos suizos lo han logrado mediante un implante que estimula toda la zona epidural. La técnica es compleja y, por ahora, no puede adaptarse a cualquier tipo de paciente. Según el investigador de la EPFL, participante en el proyecto, Sergio Daniel Hernández Charpak, «no todos los pacientes tienen la aptitud para participar en este tipo de ensayo». «Se necesitan muy buenas condiciones físicas y mentales. Además, hay que trabajar muy duro para conseguirlo», destaca. Hernández, miembro del equipo liderado por el profesor Grégoire Courtine y la neurocientífica Jocelyne Bloch, responsables del logro, dice que «todavía queda mucho camino por recorrer».

«La esperanza depositada en este proyecto es inmensa, no solo para los parapléjicos, sino también para los que sufren otro tipo de enfermedades, pero habrá que validar la técnica en un grupo más amplio de individuos antes de que esta terapia sea accesible al público en general», afirma este investigador coautor del artículo.

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Los implantes de médula espinal se han realizado, por el momento, en solo nueve personas, tres con lesión completa y seis con lesión parcial. Ahora habrá que extenderlo a entre 50 y 100 pacientes y luego esperar, entre cuatro y siete años, para conseguir las certificaciones necesarias de las agencias que regulan la seguridad de los medicamentos. En los hospitales se podrá utilizar la técnica una vez certificada y con la financiación suficiente.

Los científicos de la EPFL y el CHUV de Lausana llevan años trabajando para poner a punto la tecnología. En 2014 comenzaron las investigaciones con ratones y micos hasta que, en 2016, se iniciaran los ensayos en humanos. Consiste en un sistema de inteligencia artificial que imita las señales eléctricas que conectan el cerebro con las piernas.

«Si restableciésemos la comunicación y las sensaciones del paciente con sus piernas se arreglaría el problema completo, sería la cura»

La primera etapa importante se franqueó en 2018 cuando se pudo reactivar la médula espinal de David Mzee, parapléjico tras un accidente deportivo con lesión parcial de médula espinal. Pudo caminar con un andador tras recibir estimulaciones eléctricas. El experimento se completó en diciembre de 2021 con Michel Rocatti, paciente con parálisis completa, que caminó tras recibir un implante colocado por Bloch.

«El equipo es muy grande y llevamos muchos años trabajando para desarrollar este sistema. Hasta el momento hemos tenido la suerte de haber sido apoyados por fondos públicos de la Confederación y cantonales y esperamos, en el futuro, recuperar las ayudas que teníamos de la UE», comenta Hernández.

El milagro de la ciencia

El sistema permite a los pacientes caminar aunque hayan pasado años desde que los músculos inferiores de su cuerpo se viesen afectados. Los pacientes pueden mantenerse en pie, volver a caminar y practicar actividades como la natación o el boxeo. No es un experimento exento de riesgos porque la operación para colocar un implante en los módulos de la médula espinal es de alto riesgo, cuentan los investigadores. Tampoco es fácil reunir los requisitos de solidez mental para asumir emocionalmente el implante. La tecnología es nueva y tiene que ir combinada con un proceso de rehabilitación intensa que dura al menos seis meses.

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«Dar unos pasos después de años sin caminar es un momento muy especial, aunque los pacientes no sientan nada, porque la comunicación con los miembros inferiores está interrumpida. No sabemos si nuestro equipo conseguirá restablecer estas sensaciones porque esto significaría arreglar el problema completo, llegar a la cura, y esto es muy complejo», afirma. Según Hernández, «en el momento de pulsar el botón del ordenador los tres pacientes estuvieron acompañados por sus familiares y lloraban al mover sus piernas. «Son momentos increíbles», se emociona.

Rocatti boxeando
Rocatti boxeando – J. J. RAVIER

Hernández explica a
ABC que «el implante electrónico que ha permitido a personas con lesiones en la médula espinal recuperar el movimiento mediante estimulaciones eléctricas pilotadas por un algoritmo, se basaba, antes de desarrollar electrodos específicos, en un programa que existía para tratar el dolor crónico y se espera que en el futuro pueda adaptarse para tratamiento de otras patologías», explicó. «Nosotros estimulamos las neuronas que están debajo de la lesión. Lo que esperamos en un futuro sería combinar esta terapia con otras como las de los tratamientos con células madres, que permitan regenerar el sistema nervioso con el objetivo de lograr la cura total», detalló Hernández. «La técnica es prometedora para restaurar la función motora, pero no sé si lo veremos nosotros».

La Organización Mundial de la Salud estima que anualmente se producen un promedio de 25 a 30 nuevos casos de lesiones medulares por cada millón de habitantes debido a causas traumáticas o médicas que varían dependiendo de múltiples factores, estilos de vida y circunstancias socioeconómicas. La cantidad de personas con enfermedades neurodegenerativas, con efectos motrices, podría duplicarse cada cinco años.

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