La campaña ‘Soy mayor, no idiota’ sigue coleando en el Ministerio de Asuntos Económicos. El
jubilado Carlos San Juan echó un pulso a la banca por el abandono que hace de los mayores y al menos ha logrado que la
vicepresidenta Nadia Calviño tome cartas en el asunto. El Gobierno ultima con las entidades financieras un plan para garantizar una atención más personal a las personas de más edad y, en paralelo, ya ha activado la maquinaria de Correos para proponer soluciones alternativas ante la exclusión en el mundo rural.
La banca se ha comprometido -y ya ha puesto en marcha en algunos casos- a implantar horarios comerciales más amplios, atención especializada y humana para los mayores, etc. Sin embargo,
este problema se convierte en secundario en aquellos municipios en los que ni siquiera hay oficinas bancarias. Es en estos últimos donde quiere intervenir el Ejecutivo, ya que no puede forzar a los bancos a permanecer a pérdidas en una localidad.
Correos es la solución, a medias, que el Gobierno tiene en mente contra la exclusión financiera en el mundo rural.
A cierre de 2020 ya había más de 4.400 pueblos sin sucursal (el 54% del total de España), según cifras del Banco de España, dejando casi 1,5 millones de personas afectadas por esta situación. Y la tendencia es al alza.
La campaña de San Juan ha hecho visibles las quejas de los mayores, especialmente en el mundo rural, por no poder ser atendidos en su oficina y verse obligados a utilizar unas tecnologías que les superan. Por ello, Calviño está buscando darle un rol esencial a Correos en este asunto, dado que en muchas ocasiones sus carteros llegan donde la banca no lo hace y que tienen oficina en municipios de donde el sector financiero se ha marchado.
La intención de la vicepresidenta es que la compañía de titularidad pública -es propiedad de la SEPI– amplíe de manera masiva los servicios financieros que ya presta en la actualidad. ¿Cómo? Con más alianzas con los bancos, aunque antes deberá convencerlos de que esto es un ‘win-win’ para todos.
La empresa ya tiene acuerdos con Banco Santander e Ibercaja, entre otros, para prestar servicios bancarios. El primero de ellos supuso un gran pacto dado el tamaño del Santander. Así, esto permite el ingreso y retirada de efectivo a través de Correos Cash a los clientes de la entidad; y estos pueden realizar esas operaciones en las oficinas de la compañía postal y los carteros pueden entregar dinero en cualquier domicilio de España.
Esa alianza es el punto de partida y lo que el Gobierno quiere emular con otros bancos. La compañía confirma esta estrategia: «Correos en su objetivo de aportar soluciones para hacer frente a la exclusión financiera está trabajando para incorporar a nuevas entidades bancarias para llegar al mayor número de usuarios y ofrecerles servicios financieros básicos».
Según fuentes financieras, desde Correos ya se ha contactado con varias entidades bancarias para tantear posibles acuerdos de colaboración como el que tienen con la firma presidida por Ana Botín. En concreto, mencionan que desde la compañía de titularidad pública, y por ende del Gobierno, entienden que todo pasa por intentar sumar a Caixabank y BBVA, los otros dos grandes bancos del país. Especialmente el primero, que tras fusionarse con Bankia es líder indiscutible y tiene la mayor presencia.
Ya se ha hablado con ambas entidades para buscar un acuerdo, pero no hay nada en firme. De hecho, ambas entidades, ahora mismo, están lejos de alcanzar un pacto con Correos de esta índole. Pero las intenciones del Ejecutivo están ahí para tratar de atacar a la exclusión financiera.
Contactos con la banca
Fuentes bancarias confirman el trato con dichas dos entidades y amplían el abanico a todo el sector con presencia minorista en España. Correos no se ha parado solo en estos dos bancos, aunque sean su prioridad, sino que está a la caza de pactos con cuantos más puedan. En la empresa controlada por la SEPI defienden su estrategia como una manera de luchar contra la exclusión, aunque a ello también hay que sumarle que Correos necesita rentabilizar su red de puntos de atención al ciudadano, que suma más de 4.600 localizaciones entre oficinas y centros de atención rurales.
Rentabilizar su red porque este tipo de acuerdos no son gratuitos para la banca sino que se les cobra por ello. Son una forma de aumentar los ingresos ante la caída del negocio postal tradicional de la empresa. Es más, Correos cada vez se parece menos a una empresa de envío de cartas y
pasa más a ser un supermercado de servicios.
Asimismo, la intención de la compañía, más en detalle, no está solo en proporcionar servicios bancarios para la España rural sino también ampliar los que ya prestan en grandes ciudades para, por ejemplo, el pago de impuestos. Convertirse, en suma, en un actor relevante en el sector financiero.
www.abc.es
George is Digismak’s reported cum editor with 13 years of experience in Journalism