La conversacin se entrecorta cuatro veces. No omos disparos al otro lado, pero Sergiy Parkhomenko no se anda con rodeos: “Estoy en Kiev y tengo mi arma en la mano. Estoy defendiendo la capital contra la invasin rusa”.
Aunque a veces mete frases enteras en ingls, este activista social ucraniano seducido un da por Mallorca y amante de la lengua castellana, acepta hablar en espaol mientras las tropas rusas mordisquean a tiros y bombas la entrada de su ciudad.
Es primera hora de la tarde en Kiev y Sergiy ya tiene un parte de guerra actualizado: “Han muerto 400 soldados rusos y 150 ucranianos. Aqu, de momento, no he visto civiles muertos, pero en otras ciudades del pas, s. Desde el jueves, Rusia ha lanzado misiles 116 veces y en muchas ocasiones ha ido contra objetivos civiles. Putin est cometiendo un crimen de guerra, un crimen contra la Humanidad. Deber comparecer ante la Corte Penal Internacional y ser condenado”.
Cuando preguntamos a Sergiy qu respuesta espera de la comunidad internacional, el telfono se corta. Pasar tres veces ms durante media hora y alternaremos las llamadas con los mensajes por whatsapp. A los pocos minutos, este analista poltico y miembro de varias organizaciones civiles ucranianas nos devuelve la llamada. Se arranca en ingls y lo va combinando con el castellano. “La Unin Europea y Estados Unidos deben imponer a Rusia sanciones muy duras. El mundo debe escuchar a Ucrania en nuestra guerra contra Rusia”.
-Cree que la defensa armada es una solucin?
-Por supuesto. Los rusos nos atacan, pero vamos a defendernos con las armas hasta el final.
-Y usted tambin lo va a hacer?
-S. Yo ya estoy defendiendo Kiev con mi arma. Mis amigos y yo estamos armados defendiendo la ciudad contra la capitulacin. Hay mucha gente alistndose en la defensa territorial”.
Sin compararse al conocimiento de los reporteros que estn sobre el terreno, una incursin de llamadas periodsticas a ciudadanos que viven en Ucrania ofrece una idea aproximada de lo que est pasando en esa porcin castigada de Europa.
“Suenan las sirenas, bajamos al stano del edificio, tenemos miedo…”.
Se llama Marta Kravchuk y es profesora on line de espaol en Lviv (Lepolis), una ciudad a 540 kilmetros de Kiev y cercana a la frontera con Polonia. Marta est casada con un ingeniero que dej de trabajar ayer, cuando todas las obras se detuvieron. Ella misma ha parado de dar clases por un pellizco de purismo: “Tengo tanto estrs que cometo errores al hablar. As no se debe dar clase”.
Quiz tambin influya saber que desde hace meses los estudiantes de ltimo curso de Secundaria han estado recibiendo clases de distintos tipos de armas, prcticas de manejo de rifles de aire comprimido, primeros auxilios y afrontamiento de ataques de pnico.
Y quiz tambin ver la ciudad desierta salvo en las colas para sacar dinero, echar gasolina o comprar alimentos; las tiendas ya casi vacas; los negocios cerrados; la gente apuntndose a los comits de defensa territorial; los hospitales acumulando donaciones de sangre para transfusiones…
…Y las sirenas.
“La gente pregunta en los chats dnde hay refugios. Desde ayer de madrugada ya hemos bajado dos veces al stano. En nuestro edificio hay tres portales y cada portal tiene su stano. Bajamos con una maleta y con comida y agua, porque no sabemos cunto tiempo vamos a estar. Por la maana hemos estado una hora. ramos ms de 20 personas, porque mucha gente ha huido”.
Suenan sirenas, vamos al stano, todo va muy deprisa. Temo por nuestras vidas
Frente a la opinin de muchos compatriotas, Marta no quiere una intervencin de la OTAN. “Sera la Tercera Guerra Mundial. La respuesta internacional debe ser con sanciones a Rusia, ayuda econmica a Ucrania y combate a la campaa de desinformacin de Putin. Hay que dar informacin verdadera. Aqu hay muchas provocaciones y muchas mentiras de Rusia. La mayora de la gente quiere una respuesta de la OTAN”.
Como, por ejemplo, sus padres. El jueves fueron a la Universidad para llevarse a casa a la hermana pequea de Marta y supieron que el Campus ha cerrado toda actividad y ha enviado a los estudiantes mapas con lugares donde hay refugios antiareos. Y tambin se enteraron de que muchos compaeros de su hija ya han ingresado en los grupos armados civiles contra las tropas rusas. “Mis padres quieren apuntarse a la defensa de Ucrania. Hay mucha gente que lo est haciendo en muchos lugares. Tres tos mos que viven en otras ciudades lo van a hacer. Nadie poda imaginar esto”.
-Llega a temer por su vida?
-S, s… Temo por nuestra vida. Espero que las bombas no caigan aqu, pero puede ser. Todo va muy deprisa. Ojal negocien y esto se pare.
Al cierre de esta edicin, Abraham Campomar llevaba dos das de viaje por carretera desde Kiev hacia la frontera con Hungra. La culpa la tienen kilomtricas caravanas de vehculos que tratan de salir del pas y que van colapsndolo todo. “Nos hemos encontrado tropas ucranianas terrestres justo en sentido contrario al nuestro, ellas hacia Kiev. Y hemos odo aviones de combate, pero no sabemos si ucranianos o rusos. Para recorrer 350 kilmetros hemos tardado 12 horas. Esta noche [por la madrugada del jueves al viernes] hemos podido dormir en casa de mi hermana, que vive en esta zona. Pero a las cuatro horas han bombardeado el aeropuerto, que estaba a tres kilmetros, y hemos vuelto a la carretera”.
Abraham es un burgals que lleva viviendo en Ucrania 15 aos debido a su pasin por su mujer, sus tres hijas y el ftbol. Trabaja en el Shakhtar sub’19 y es analista de la seleccin ucraniana de ftbol, que estaba preparando su clasificacin para el Mundial de Qatar y ahora vive en la incertidumbre de la guerra.
La ayuda debe ser tambin militar. Si cae Kiev, no s si Ucrania seguir en el mapa
Hablamos varias veces durante la tarde con Abraham, que viaja en una furgoneta con nueve miembros de su familia: su mujer, sus tres hijas, sus padres y dos hermanos. Quisieron salir de Kiev con el convoy organizado por la Embajada espaola, pero la segunda bomba del amanecer del jueves les adelant el futuro. Son las prisas de la supervivencia.
-Omos una bomba y aguantamos. Cuando omos la segunda, decidimos irnos de Kiev. No existe una decisin correcta, porque hay un vnculo para quedarse. Pero mis hijas son muy pequeas y yo tengo una responsabilidad sobre ellas. Quiz si hubieran sido mayores, me hubiera quedado.
-Desde fuera es fcil decir que hay que abandonar la ciudad, pero imagino que desde dentro la cosa es distinta: se trata de abandonar la vida de uno y de su gente…
-Exacto. Es abandonarlo todo. Nosotros hemos cogido una maleta y al coche. Todo se ha quedado en Kiev. El trabajo, los amigos… Todo. No sabemos a qu nos vamos a dedicar a partir de ahora. Lo primero es salvar la vida, pero despus, qu?
-Qu es la guerra para un espaol?
-Cuando oyes una bomba, no tienes duda. Yo vivo en Ucrania y entiendo perfectamente a este pueblo. S que siempre puede haber otro recurso a la guerra, pero lo que est haciendo este personaje [en referencia a Vladimir Putin, al que Abraham jams citar por su nombre en toda la entrevista] no tiene pies ni cabeza. Es un ataque a los Derechos Humanos, un sinsentido, un ataque a vidas humanas por puro imperialismo.
-Qu saben ustedes de Putin que no sepamos aqu?
-Que no se va a parar en Ucrania. l se va a extender hasta donde pueda. Lo hizo en Chechenia, en Georgia, ahora en Ucrania… Ya ha avisado a Finlandia y a Suecia. l ha olido sangre y ha visto que no hay reaccin internacional. Los pases ni siquiera han desconectado a Rusia de la red bancaria. O tienen miedo de que se vengue o tienen intereses, porque deben proteger a sus poblaciones. El caso es que si este personaje ve miedo al otro lado, para qu se va a parar? l inventa excusas, intoxica informativamente y sigue adelante. Europa y el mundo deberan preguntarse quin es realmente este hombre y saber de la locura de un personaje que gobierna una potencia mundial.
-De qu modo reaccionan los ucranianos a todo esto?
-Histricamente, Ucrania ha estado siempre entre fuego y fuego. Y eso crea carcter. Los ucranianos son supervivientes. Aqu la gente se est apuntando a los comits de defensa y el ejrcito ucraniano son hroes mundiales, porque estn aguantando a un poder 1.000 veces mayor que ellos.
-Cmo debe ayudar el mundo a Ucrania?
-La ayuda debe ser tambin militar, pero no s si ya ser tarde. No s si Kiev aguantar tres das. Y si cae Kiev, no s si Ucrania seguir en el mapa.
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George is Digismak’s reported cum editor with 13 years of experience in Journalism