Giro histrico sobre el Shara
La acogida del lder del Polisario fue aprovechada por Rabat para retirar a su embajadora y lanzar a miles de inmigrantes a Ceuta
En el giro dado ayer por Pedro Snchez a la poltica exterior espaola ha habido un detonante histrico -la descolonizacin fallida del Shara-, un detonante internacional -el reconocimiento de la soberana marroqu sobre el territorio por parte de EEUU– y un detonante final, atribuible 100% al Gobierno actual: la acogida del lder del Frente Polisario, Brahim Ghali, para ser tratado por Covid en un hospital de Logroo.
Esta decisin, justificada por el Ejecutivo como un acto humanitario y defendida como un hecho sin importancia, tuvo profundas consecuencias, al haber sido aprovechada por Marruecos para provocar una crisis diplomtica de enorme envergadura. Rabat supo aprovechar las debilidades de Espaa, que acumulaba muchas cuando decidi acoger a Ghali en abril de 2021: las consecuencias de la crisis econmica de 2008, nunca superadas del todo; una pandemia que se haba cebado especialmente con Espaa; la prdida de un papel relevante en la escena internacional, y una divisin interna, social y poltica, que alcanzaba (y alcanza) al propio Gobierno de coalicin.
De forma inmediata, Marruecos retir a su embajadora en Madrid, que an no ha regresado a Espaa. En mayo, la ciudad autnoma de Ceuta sufri una entrada masiva e inslita de inmigrantes, alentada y permitida por Rabat. Y en verano, ya quedaba claro que el contencioso no se limitaba a solucionar el problema generado por la entrada de Ghali en Espaa, sino que se extenda a la propia naturaleza de las relaciones que mantenan ambos pases desde haca cuatro dcadas, a la estabilidad de Ceuta y Melilla, y a la soberana sobre el Shara.
“Nueva etapa”
La actitud marroqu era inusualmente hostil. Sintindose respaldada despus de la decisin de Estados Unidos de reconocer su soberana sobre el Shara en diciembre de 2020 -adoptada por la Administracin de Donald Trump y no corregida por la de Joe Biden-, sinti que era la hora de superar el histrico respaldo al derecho de autodeterminacin del pueblo saharaui abanderado por la mayor parte de los pases europeos, con Espaa al frente, y por la ONU.
En verano, la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha Gonzlez Laya -que est imputada en un juzgado de Zaragoza por este caso-, fue destituida en la crisis de Gobierno realizada por Snchez y sustituida por Jos Manuel Albares, que afront la recomposicin de las relaciones con Marruecos.
No iba a ser sencillo. En agosto, el rey alau, Mohamed VI, expres en pblico lo que ya era evidente para Espaa en privado: que haba que abrir una nueva etapa en las relaciones entre los dos pases, que era el momento de los compromisos, que esa nueva etapa tena que ser indita y que la crisis bilateral tena que ser una ocasin para revisar los fundamentos y los determinantes que gobiernan las relaciones entre Rabat y Madrid.
El discurso de Mohamed VI fue celebrado por el Gobierno como el primer paso para la solucin de la crisis, pero pasaban las semanas y la embajadora segua sin regresar a Madrid. En diciembre, Alemania dio el paso de reconocer la va de la autonoma del Shara dentro de Marruecos, aislando un poco ms la posicin de Espaa.
El estallido de la guerra de Ucrania vino a poner la guinda a esta situacin, al tensionar an ms las relaciones a propsito de la importancia que adquira para Espaa y Europa el gas de Argelia, vecino e histrico enemigo de Marruecos. En plena invasin rusa, el pasado 2 de marzo Melilla sufri el mayor salto a la valla de su historia, en una entrada de inmigrantes que fue descrita por el Gobierno como inslitamente violenta.
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George is Digismak’s reported cum editor with 13 years of experience in Journalism