Friday, March 29

El exalcalde de Lisboa que pasó información a Putin es el nuevo ministro de Finanzas de Portugal


Corresponsal en Lisboa
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Transcurridos cinco meses desde que los Presupuestos Generales resultaron tumbados y dos desde las elecciones generales anticipadas del 30 de enero,
Portugal cuenta por fin con un nuevo Gobierno, el número 23 en democracia tras la Revolución de los Claveles de 1974. Y llama la atención el nombramiento del ministro de Finanzas: el polémico Fernando Medina. Sí, porque el exalcalde de Lisboa pasa a formar parte del ‘núcleo duro’ del primer ministro, Antonio Costa después de admitir sus reiteradas filtraciones de datos a Vladimir Putin acerca de disidentes rusos en el exilio portugués.

Más que una metedura de pata, un error evidente (sobre todo, desde la perspectiva actual) que le costó perder los últimos comicios municipales a manos del conservador Carlos Moedas.

Salió Medina del Ayuntamiento, pero ahora retorna a la arena política ‘premiado’ por no se sabe qué motivo. El caso es que ahí está otra vez, reciclado y como si el contundente vapuleo de los lisboetas se hubiera desintegrado.

A Don Fernando, como le llaman algunos irónicamente, no le
dolieron prendas al reconocer los hechos, origen de una lluvia de críticas sin precedentes. Fueron sendas manifestaciones a favor de Alekséi Navalny, el líder de la oposición que desafió a Putin (y al que envenenaron cruelmente).

La información detallada se envió a la embajada rusa de Lisboa y también al gabinete del presidente de la Federación Rusa en Moscú. E, inmediatamente, se desplegó toda una tormenta política alrededor del tema.

La maquinaria socialista le tapó

Las acusaciones de haber actuado al estilo del estado soviético se sucedieron en el territorio luso de norte a sur, aunque la cadena de consecuencias quedó en nada debido a la maquinaria socialista para tapar la cadena de efectos. Medina se escudó en un escueto: «Ha sido un error que no tenía que haber sucedido». La única explicación adicional que dio se centró en haber negado que se escondiera una supuesta «complicidad» con el opaco régimen de Putin.

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Medina ha tenido otros deslices, además de con Israel, con el Tibet y con Venezuela

Para colmo, repitió los mismos ‘chivatazos’ con Israel, pues denunció a manifestantes palestinos en la capital portuguesa. Y tuvo idéntico comportamiento cuando salió a la calle el denominado Grupo de Apoyo al Tíbet, motivo por el cual Medina entregó información sobre los protagonistas al Gobierno chino, al que dio luz verde durante varios episodios comerciales.

Igualmente, Fernando Medina tuvo otro de esos ‘deslices’ con Venezuela porque informó a los representantes de Maduro sobre actividades de corte ‘antibolivariano’ en forma de concentraciones puestas en pie por opositores que denunciaban la represión de Caracas. ¿Cómo es posible que un gobierno democrático de la Unión Europea se enredara en semejante laberinto diplomático? ¿Era el síntoma de que la OTAN apenas puede fiarse de Portugal o resulta muy exagerado plantear una cuestión de este calibre? Los interrogantes saltaron a pie de calle.

El nuevo Gobierno, constituido por una mayoría de fieles al ‘aparato’ socialista, reduce el número de ministerios: de 19 a 17 (España, en cambio, tiene 23). La toma de posesión se produjo este miércoles 30 de marzo.

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