Madrid
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Las fechas apocalípticas se han ido sucediendo a lo largo de los calendarios. ‘El efecto 2000’ o el calendario maya de 2012 fueron algunas de ellas que no se cumplieron. Sin embargo, para sobrevivir a todas ellas, existe una comunidad en nuestro territorio que está preparada para actuar en caso de catástrofe o emergencia: el movimiento «prepper» o «preparacionista».
Cuando algunos eran escépticos por la gravedad del coronavirus, ellos ya tenían todo dispuesto para hacer frente al confinamiento. «Tenía mascarillas cuando nadie la tenía, tenía reservas de comida, y un largo etcétera», cuenta Samuel, el fundador de «prepper» en España. Una preparación que mantiene ahora ante una posible guerra que pueda afectar a nuestro país.
Samuel se unió en 2005 como consecuencia del huracán Katrina que asoló Nueva Orleans.
Desde ese momento, conoció el movimiento y se fue interesando cada vez más por él hasta formarse para ser «prepper». Él lo define como un grupo de personas que se preparan para afrontar cualquier contratiempo que pueda ocurrir, ya sea prepararse tanto para emergencias como en el día a día.
Este movimiento preparacionista se originó en Estados Unidos y aunque no existe un detonante exacto de su surgimiento, algunos apuntan a durante el crack del 1929, otros a la crisis de los misiles de Cuba,… Pero lo cierto es que la amenaza terrorista, la reactivación de los programas nucleares de Corea del Norte o Irán, las pandemias o la actual Guerra de Ucrania ha hecho que gane adeptos.
«La pandemia ya aumentó muchísimo el número de consultas diarias de padres y madres preocupados para mantener a la familia a salvo, y a raíz del conflicto bélico son muchos los que buscan cómo prepararse ante un ataque nuclear», asegura Guerrero, que no puede decir un número concreto de miembros. No obstante, señala que son muchos más de los que se piensa.
El perfil de los «preppers»
«No hay ningún perfil específico, hay desde amas de casa, camareros, profesores, médicos, bomberos…. Tampoco hay edades definidas, he visto jóvenes y mayores que han sido un ‘prepper’ toda su vida y no lo sabían», explica el fundador. Dentro del grupo de «supervivientes» hay diferentes clases de preparación, la mayoría dispone de una despensa con alimentos y una mochila de evasión de 72 horas para sobrevivir ese tiempo, que es lo que tardarían los servicios de emergencia en actuar, explica. Los más avanzados han construido un búnker bajo su casa, aunque no es asequible para todos los bolsillos.
«Conozco a varios que tienen un búnker, en caso de guerra, pero también hay otros que están preparando sus casas como pequeñas fortalezas donde poder aguantar y si llega el momento de partir hacia algun lugar seguro así lo hacen»,
Actualmente el interés por comprar estos refugios en nuestro territorio se ha incrementado en las últimas semanas ante el miedo de una Tercera Guerra Mundial o un ataque nuclear. «Las peticiones han aumentado hasta más de 50%», explica el dueño de Underground Building, Francisco Javier Márquez. Su precio oscila entre los 30.000 hasta un millón y medio de euros y también han aparecido inmuebles de este tipo en plataformas como Idealista o Airbnb.
No obstante, Samuel comenta que hay mucho estigma alrededor de este movimiento y que por eso no se habla abiertamente de él. De hecho, identifica al cine como uno de los causantes. «No es que nos ocultemos, libremente te digo que soy ‘prepper’, pero hay cosas que no gusta decir a los cuatro vientos, por privacidad. La capacidad de pensar de si ocurre algo y decir que estoy preparado puede convertirnos en un punto clave».
Guerrero ya está capacitado por si la guerra de Ucrania deriva en una mayor y por eso, lo que recomienda es que lo primero de todo es «no tomárselo a broma». «Hay que tener suministros, tener un plan de emergencia familiar y un plan de evacuación», determina y añade que si la situación empeora habría que considerar la opción de emigrar, pero sobre todo, «anticiparse a los movimientos».
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George is Digismak’s reported cum editor with 13 years of experience in Journalism