Estos son los platos que nunca faltan en las reuniones navideñas

Ya está aquí diciembre, recta final del año, momento de hacer balance y de escuchar frases como «ya no nos vemos hasta el año que viene». Pero también es la ocasión perfecta para juntarse con los amigos de la infancia, con los compañeros de trabajo e incluso con los miembros de la familia que menos vemos. Y la mejor opción siempre es alrededor de una mesa repleta de comida y bebida.

Los que reciben el encargo ‘envenenado’ de buscar un restaurante y ocuparse de la gestión, bien merecen un monumento, porque sabemos que es harto difícil poner de acuerdo a tantas personas sin recibir críticas en el intento. Pero no se aflijan los ‘asesores gastronómicos’ de fábricas, talleres, tiendas e institutos porque
En Salsa ha decidido echarles una mano: hemos llamado a restaurantes, charlado con influencers y conversado con héroes y heroínas de oficina hasta tener claras las claves de las comidas navideñas de empresa: ¿cuáles son los platos más demandados, qué no debe faltar nunca en un menú prenavideño, qué parte de la comida provoca más tensiones y presiones: el postre, la bebida, los entrantes? Sigan leyendo porque lo que sigue puede serles muy útil.

La mayoría de restaurantes extremeños ofrecen menús para grupos. Son días en los que hay que correr mucho y el tener un menú previamente elegido por el comensal da al hostelero la posibilidad de trabajar con antelación. Pero ¿a partir de cuántas personas se considera un grupo? Tres, además de multitud, es ya un grupo, indican.

Todas las personas a las que hemos consultado comentan que la tendencia actual pasa por un buen surtido de entrantes para atajar el hambre inicial y charlar distendidamente nada más llegar al establecimiento. En este punto tienen mucho peso los ibéricos y los quesos extremeños; asimismo, se suelen incluir todas las bebidas (normalmente cerveza, vino, refrescos y agua). Después, un plato de carne, pues se tiene el concepto de que absorbe mejor el alcohol, que no falta en este tipo de eventos. Por supuesto, se ofrece pescado (normalmente bacalao) e incluso hemos encontrado una opción totalmente vegana. En los postres nadie quiere ceder. Ni los adictos al chocolate ni los devotos de la tarta de queso. Así que la mayoría de locales optan por un surtido para satisfacer a todos los dulceros. También se buscan sitios céntricos para poder continuar la fiesta sin necesidad de coger el coche.

Entre 30 y 45 euros por cabeza

Todos los menús tienen precio cerrado, con lo cual, no hay las mismas sorpresas que cuando un camarero recita los fuera de carta. Los que hemos escogido oscilan entre los 30 y 45 euros por persona, un precio medio y ajustado a los tiempos.

En pleno meollo del ambiente navideño pacense, al lado del mercado de San Francisco, la cafetería
Altai abrió la semana pasada un anexo a su local que duplica su capacidad. En un principio, estaba pensado para celebraciones, pero ya se llena todas las mañanas para los desayunos. «La gente quiere elaboraciones distintas, que se salgan de la monotonía y que no puedan hacer ellos en casa», explica Jesús Vélez, el propietario. Y esta es la propuesta de Altai: platos caseros pero elaborados, como el canelón de codillo desmenuzado y foie, el rulo de rabo de toro guarnecido en salsa de helado al Pedro Ximénez con ensalada de col morada o el tubo de calamar relleno de queso de oveja y jamón ibérico, entre otras opciones de plato principal. Los entrantes, que van al centro de la mesa, son jamón ibérico y quesos extremeños; ensalada de perdiz escabechada; nidos de patata y pulpo a la gallega; gambones al horno; canapé de bacalao abumado; bolitas de queso… y un detalle de la casa. Hasta ahora Vélez ha sorprendido con una crema de melón con almendra fría y helado de mango, así como con un salmorejo de remolacha, pero no descarta nuevas modificaciones.

Siguiendo con la capital pacense,
El Boquerón de Plata ofrece un menú cuyos entrantes son una mariscada para compartir entre cuatro personas y una carrillera ibérica confitada al vino blanco, de plato principal. Para los que sean alérgicos al marisco, o simplemente no les guste, dispone de otro menú con una ensalada de langostinos con aguacate y vinagreta de mango de primero y un solomillo ibérico al Oporto de principal. En ambos casos la tarta de la casa y un helado son el postre.

También por el centro,
El Bistró del Genio coloca suculentos platos, entre los que hay que seleccionar tres: ensalada templada de ahumados, ensaladilla de mariscos y alga wakame, carpaccio de wagyu ibérico, risotto meloso de carrillera ibérica, queso provolone y pavías de bacalao con cama francesa. Además, existe la opción de comer un plato individual, a elegir entre estos dos: solomillo de cerdo ibérico con salsa París o lomito de salmón noruego al horno con salsa de cítricos y jengibre. Para finalizar, surtido de postres y una copita de cava para brindar.

En Las Vaguadas,
Brilongo tiene para compartir un carpaccio del Edén, una ensalada de canónigos y queso francés, unas croquetas de gambones con sweet dulce chili y un risotto ibérico. El plato fuerte es una bomba de bacalao con suave crema de manzana o lascas ibéricas braseadas con migas y berenjenas. De postre, cremoso de chocolate y pistachos.

En el Casco Antiguo,
Perro Flaco pone sobre la mesa una tabla de ibéricos y queso, ensaladilla rusa a su manera y croquetas de jamón ibérico para compartir. Además, cada comensal elegirá entre un bacalao con escalivada de pimientos y emulsión de patata trufada o un solomillo en cama de patatas al horno y salsa roquefort.

Por su parte,
Pepe Jerez sigue con la línea clásica de ibéricos y ensaladilla de entrantes, así como un bacalao a la nata y un crujiente de jamón para entonar el cuerpo. El plato principal será un secreto ibérico con mojo picón o unos tallarines negros con sepias, gambas y alioli.

Caesura es el local ideal para grupos pequeños o para quienes andan buscando algo acogedor y diferente. En su propuesta navideña sugieren un surtido de croquetas, un risotto de setas con toque ahumado y su tempura de verduras de temporada con salsa de curry para repartir entre todos. En el principal, sorprenden con un solomillo de cerdo con salsa de calabaza y queso azul. También se puede pedir un plato de bacalao en salsa de tomate con especias. El final será un surtido de postres caseros donde Santiago García desplegará su buena mano con la repostería.

Este establecimiento es de los que más en serio se toman la filosofía vegana, ya que cuentan habitualmente con numerosas propuestas verdes. Para estas fechas, además, han elaborado un menú libre de animales. En primer lugar, para compartir hay croquetas de espinacas y nueces, arroz verde con espárragos trigueros y tempura de verduras de temporada con salsa de curry. El principal es una lasaña vegetal con guisantes texturizados y mezcla de especias indias. De postre, una tarta de chocolate con un toque de albaricoque.

En el
Mirador del Guadiana conservan el modelo tradicional de primero, segundo y postre. Pero no dudan en ofrecer un cóctel de bienvenida con un surtido de ibéricos de la región y quesos extremeños, un chupito de gazpacho tradicional, una tosta de gambas al ajillo con alioli, croquetas caseras de jamón ibérico, cucharitas de tartar de atún con teriyaki y un bombón de foie y almendras garrapiñadas. El primer plato es vegetal y repleto de matices: crujiente de berenjena con queso de cabra sobre salmorejo. Y de segundo, el clásico secreto a baja temperatura con puré rústico de patatas. Para finalizar este banquete, una tarta de galletas con helado de vainilla.

Mi Vida Lola, en Almendralejo, tiene varios platos para compartir: una ensaladilla venezolana, las croquetas de La Loles, milhojas de berenjena con rulo de cabra y pimientos confitados. En cuanto al plato individual, solomillo ibérico con papas y mojo picón para alegrar la velada. El postre es una crema de chocolate blanco y helado de capuccino.

En Mérida,
La Carbonería apuesta por entrantes sencillos: ensalada César con pollo a la brasa, bacalao dorado y espárragos verdes a la brasa con torta de la Serena y jamón ibérico. Después, toca el momento de elegir entre un churrasco de solomillo a la brasa o un lomo de bacalao al horno con alioli gratinado. el brindis final será acompasado a un surtido de postres caseros.

También en la capital regional,
Vaova Gastro, en su menú Degusta elige la opción de compartir todo. De esta forma, se desplegarán sobre el mantel platos como el brioche de carne de cerdo, el solomillo de cerdo sobre revolconas y salsa española, una selección de quesos extremeños, croquetas de jamón y bacalao y chipirón con alioli de manzana verde y dados de atún, bacalao y merluza en tempura. El postre sí es individual y se trata de un hojaldre con crema, cobertura de chocolate y crocanti de almendra.

En Peloche se encuentra
Tierra y agua, que ya se ha consolidado como algo más que un chiringuito veraniego. De hecho, para estas fechas proponen varios entrantes para compartir entre cuatro personas (jamón ibérico, tartar de atún, provolone con mermelada de tomate casera, timbal de morcilla, crujiente de boletus, gambones…) y un plato individual: lubina o dorada a la sal con patatas panaderas al horno, codillo asado a baja temperatura o arroz (puede ser negro de la casa). ¡Son especialistas en arroces, así que la decisión es complicada! El dulce final es un surtido de postres de la casa.

Provincia de Cáceres

En Cáceres,
La Casa del Sol da para compartir una ensalada templada de bacalao aliñada con su pilpil y pimientos del piquillo, croquetas de Torta del Casar y nueces con mermelada de tomate, torrezno de Sol con patatas revolconas ahumadas y alcachofas confitadas. A posteriori, el momento de elegir individualmente entre pierna de cordero lechal en su jugo al amontillado y cuscús de orejones y dátiles, entrecot de ternera con patatas asadas o lubina asada con salsa americana y verduras al wok. En los postres, los comensales volverán a compartir un surtido, en el que la tarta de queso sin duda será la más disputada, puesto que es uno de sus platos estrella.

En
La Tula la celebración empieza con un pastel de gambas, que es aperitivo de la casa. Los entrantes van al centro de la mesa y son croquetas de berenjena asada con rulo de cabra sobre crema de pimiento de piquillo caramelizado, timbal de aguacate y carpaccio de pulpo. En el momento del plato individual, dan a escoger entre mar o tierra. Esto es: tronco de bacalao con costra crujiente de tapenade y piñones o cochinillo confitado a baja temperatura. El fin de fiesta es muy navideño, ya que consiste en una mousse de turrón Xixona con migas de mazapán, pero también se puede pedir un hojaldre con crema pastelera y almendras laminadas.

Tápara es de los pocos restaurantes que hemos encontrado que no falta a un imprescindible de estas fechas: una cremita para entonar el cuerpo. En este caso, es de calabaza con parmesano y tierra de maíz. Hay otro entrante a base de croquetas de gambones y calamar en su tinta. Es un menú sabroso y contundente, con sus dos platos. De primero, dorada rellena de bechamel de puerro y jamón sobre crema de ajo negro. Y de segundo, carrillera estofada con parmentier. Mousse de chocolate, barquillo de feria y frutos rojos para finalizar este festival gastronómico. En otra de sus propuestas, hay un carpaccio de presa ibérica con manzana verde, kikos y mayonesa de aguacate y crujientes de rabo de toro con salsa ibérica de entrantes; merluza a la plancha con salteado de gulas picantonas de primero y solomillo ibérico con salsa de setas y patatas baby. El final es muy internacional: serradura portuguesa con dulce de leche.

Seguimos en Cáceres capital.
La Refranería regala unos aperitivos de bienvenida que consisten en una tabla de quesos extremeños y un surtido de croquetas artesanas. En los entrantes, hay que seleccionar uno por persona: ensalada de mango con brotes verdes y vinagreta de hierbabuena o tartar de lubina salvaje. También en el plato principal debemos elegir entre timbal de cordero sobre lecho de patatas o salmón a la plancha con salsa verde. Para el final de su menú Refranero, una degustación de postres caseros (brownie con helado de vainilla, tarta de manzana y tarta de queso). Incluye dos bebidas por persona.

Los que vayan a cenar con su tía la de Madrid, que echa de menos la cocina extremeña, pueden llevarla a
El Figón de Eustaquio, donde hay un aperitivo a base de un paté de caza con vinagreta de almendras y un revuelto de la casa. De segundo, la tita podrá elegir entre rollitos de salmón rellenos de puerros y gambas, un secreto ibérico con parrillada de verduras o quizás prefiera el lomo de jabalí en salsa agridulce con guindas y almendras. De postre la tradicional leche frita con canela.

Sin embargo, los que prefieran algo más exótico tienen la opción de
Big House. Los entrantes son su ensalada de la casa, crazy salmón, gyozas de carne y verdura y tempura de verdura. Entre las elaboraciones principales se encuentra su ternera con bambú y setas negras, las tiras de pollo empanado en almendras con salsa de limón o el pollo kombao picante (hay que escoger), los langostinos en salsa agridulce y el pato a la naranja. Se pueden acompañar con arroz frito tres delicias o tallarines fritos. De postre: tapioca al mango o tarta de mousse de chocolate.

En plena Sierra de Gata, concretamente en Perales del Puerto, se encuentra
Fuego Cruzado, un sitio muy especial que quiere ofrecer platos diferentes a las personas que decidan celebrar con ellos estas fechas. Para empezar: empanadas de carne, bocaditos de pastrami, embutidos de wagyu ibérico, pan cristal con guacamole y salmón ahumado, verduras en tempura, croquetas de jamón de wagyu ibérico, anchoas del Cantábrico y tabla de ahumados. Para los que todavía no estén salivando ante tal despliegue culinario, continumos con ceviche de pescado con leche de tigre, rodaballo a la brasa, corvina salvaje, lubina a la brasa, entrecot de vaca madurada, smash burger de wagyu ibérico, tomahawk de wagyu ibérico, steak tartar, solomillo de ternera… Y para rematar, el final más dulce: tarta de queso, panqueque de dulce de leche, brownie de chocolate y dulce de vainilla, torrija y sorbete de cerezas de Jerte.

En Plasencia, el restaurante
Succo dispone para compartir un surtido de ibéricos extremeños con queso incluido y algo que tampoco puede faltar en las mesas navideñas: unos mejillones en salsa marinera. De segundo, la indecisión: taco de bacalao en tempura con verduras y mahonesa de kimchi o solomillo ibérico, panceta lacada y puré de patatas trufado. Para finiquitar, una tarta de chocolate con toffee y helado de leche merengada.