Thursday, March 28

José María Carrascal: Gallego y bastante más



Actualizado:

Guardar

Suele definirse al gallego, no sin ironía, como aquel que en una escalera no se sabe si sube o baja, aludiendo a su cautela, reserva, prudencia e incluso sigilo. Es sin duda uno de sus rasgos más característicos, entre otros, que hacen su ‘hecho diferencial’, de moda últimamente, el más marcado de España sin presumir de ello, confirmándolo. Para mí, que pasé niñez y adolescencia en aquella tierra, lo más gallego que vi fue la respuesta que me dio un chavalín en la playa de Chanteiro, a la entrada de la ría de Ferrol, al preguntarle si el agua estaba buena. Antes de contestar me observó de pies a cabeza y, tras constatar que no me conocía de nada, se

 limitó a decir: «Puede». No atreviéndome a seguir preguntando.

Alberto Núñez Feijóo no pertenece a esa clase de gallegos 110 por ciento. De hecho, incluso se definió tras ser elegido casi por unanimidad nuevo presidente del PP como «un español de Galicia», que resume su filosofía humana y política. Fue el suyo el discurso de aceptación que España y su partido necesitaban tanto o más que los fondos europeos. Un discurso integrador, abierto, difícilmente refutable, ya que no se dirigía contra nadie y abría las puertas a todos: «No vengo a insultar a Pedro Sánchez, sino a ganarle». Para añadir de inmediato: «Gobernar no es decir lo que se está haciendo mal, sino ofrecer soluciones para remediarlo. Y si nos ofrecen soluciones que lo faciliten, las estudiaremos. Hay que sacar la política de los enfrentamientos». Tras meses, mejor dicho, años, de bronca continua y nulos avances, esto parecía agua de mayo sobre un erial. Puso, eso sí, una condición irrenunciable: el respeto a la Constitución: «la soberanía nacional no es negociable, me dirijo no sólo a mi partido, sino a todos los españoles». Para recordar que fue alto cargo bajo Aznar y bajo Rajoy sin estar afiliado al PP.

Also Read  Studying health inequalities has been my life's work. What's about to happen in the UK is unprecedented | Michael Marmot

Sus primeras decisiones apuntan en ese sentido. Aunque vaya a hacer una política de centro, la deja abierta en todas las direcciones. Puede que su cambio más importante sea la sintonía entre Galicia y Andalucía, que se refleja no sólo en celebrar este congreso en Sevilla, sino también en el nombramiento de Elías Bendodo, hasta ahora consejero de Presidencia de la Junta de Andalucía, nuevo coordinador general del PP. Una muestra de afecto a Juanma Moreno que consolida los lazos entre dos grandes graneros de votos de cara a las próximas elecciones, en las que hay que empezar a pensar.

Feijóo citó a Aznar y a Rajoy como ejemplos a seguir. Ahí se pasó. El primero tuvo luces y sombras en la presidencia y como expresidente fue, si no el peor, metiéndose en todo, de los peores. Rajoy pecó de lo contrario: los grandes problemas los arregla el tiempo o no se arreglan nunca. En la década larga que gobierna con mayoría absoluta Galicia, Feijóo ha demostrado más capacidad de gobierno que ambos. Ahora le falta demostrar que puede hacer lo mismo en España y acabar con el cisma dentro de la derecha española.

Ver los
comentarios


www.abc.es

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *