Friday, April 19

‘La chica de nieve’, en las entrañas del nuevo fenómeno español de Netflix


Madrid
Actualizado:

Guardar

Una de las principales claves de la novela de ‘La chica de nieve’ es que apela a algo universal. «Como padre, mi mayor miedo era que desapareciese mi hija y quería ahondar en ese miedo»,
asegura a ABC Javier Castillo, dueño de la receta mágica después de vender más de un millón de ejemplares de su ‘best-seller’. El éxito de su obra y su potencial atrajeron a Netflix,
que busca anotarse otro tanto convirtiendo el fenómeno español en uno global a través de una serie con el mismo título. «El sueño de cualquier escritor es que su historia llegue lo más lejos posible, que la conozca más gente. Y Netflix la lleva a todas partes», comenta el autor durante el rodaje en Alcalá de Henares de una de las primeras escenas de la ficción, que tendrá seis episodios.

Poco importa que su trama se desarrolle, como en el libro, en Nueva York, o que se traslade, como hace la serie, a Málaga. En principio, la decisión fue para hacer más «viable» la grabación, evitar desplazamientos innecesarios, pero también sirve para «jugar con la idiosincrasia» patria. «Málaga es una ciudad soleada, feliz, radiante, y eso contrasta con el tema de la novela, plagada de dolor. El cambio encaja con ese viaje entre la felicidad y el drama», reflexiona Javier Ulloa, director, junto a Laura Alvea, de la serie producida por Atípica Films.

Ambos inciden en la importancia de entender que «el lenguaje cambia» del papel a la pantalla, por lo que hay que «venir bien abierto».
Y Javier Castillo llegó dispuesto porque, aunque cambian personajes, nombres, edades y localizaciones, la esencia no se altera. A pesar de las licencias que pedía el viaje, como convertir la Cabalgata de Acción de Gracias en la de Reyes, la «impronta» de Ulloa y Alvea ha sido dotar de «realismo», de escenas cotidianas, al puro thriller de ‘La chica de nieve’, sobre la investigación periodística de la desaparición de Amaya, una niña de cinco años. El acento profundo de una señora, los policías… «gente que está en la tierra tirando del discurso. Eso es nuestro granito de arena», confiesa Ulloa.

Also Read  Silicon Valley is boycotting Russia over Ukraine invasion

Es abril, pero en el rodaje de la serie de Netflix van abrigados. En su salto a España, y para dar verosimilitud al cambio, la serie de ‘La chica de nieve’ recrea en Madrid la redacción de época del ‘Diario Sur’, donde el tiempo se detiene, como en una cápsula, en un edificio de Logytel en una calle con nombre de página web. En la ficción es Navidad y por eso se adorna con guirnaldas. Hay ordenadores más cercanos a la linotipia que a las pantallas planas, mesas de madera antiguas y especímenes casi extintos como los lapiceros, pero no periodistas, que, por una vez, descansan hasta que escuchan el «se está rodando».

Vuelta al periodismo

Y ahí se graba el primer encuentro entre los protagonistas, Milena Smit y Jose Coronado, becaria y maestro, «un tándem entre la inexperta y el adulto que la guía» que marca su relación. «Milena es pura organicidad. No es la clásica actriz, no hace una toma igual que otra. Hay que estar muy despierto. Te da mucha mucha verdad. Cada día es una aventura con ella», alaba Coronado, que vuelve a un oficio al que estuvo a punto de dedicarse después de grabar 120 capítulos de la serie ‘Periodistas’. Su papel aquí es el de apoyo, instructor y confesor, e inmerso en su personaje espera a Smit, paciente, en los rincones del lugar de rodaje. «Milena es un enigma. Tiene una incógnita dentro que es acojonante. Es lo mejor que nos puede pasar como directores, tener alguien a quien no descifras», dice Ulloa. También lo agradecerá el espectador, ávido de resolver rompecabezas y, sobre todo, de encontrar respuestas al caso.

Also Read  Ukrainians want to stay near home, claims Raab, amid UK visa criticism | Ukraine

Ver los
comentarios


www.abc.es

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *