Madrid
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La mejora epidemiológica vivida en las últimas semanas en España ha disparado el optimismo del sector turístico, que aunque todavía sufre los estragos del
coronavirus espera acercarse a los niveles precrisis en Semana Santa y, sobre todo, verano. Y las aerolíneas no escapan a esta corriente. Según han explicado este viernes fuentes de Aena, las empresas aéreas han solicitado capacidad al gestor aeroportuario como para poner 220 millones de asientos en el aire durante la campaña estival (que va desde finales de marzo hasta finales de octubre). Una cifra que supone un 3,6% más de la actividad operada en el mismo periodo de 2019.
Es decir, las aerolíneas esperan recuperar los niveles precrisis en verano. Al menos, a nivel
de asientos ofertados. La capacidad hace referencia a las plazas que pondrán en el aire las aerolíneas en sus aviones, no a los pasajeros. La cifra total de viajeros dependerá del nivel de ocupación que se produzca de esas plazas. En el año 2021, la tasa de ocupación media en los aviones ha sido del 70%, según explican desde ALA. Antes de la crisis sanitaria este porcentaje era del 85%.
Los planes de Aena
pasan por incentivar a las aerolíneas para que esta tasa de ocupación sea mayor en las próximas semanas. «Se incentivarán a aquellas compañías que tengan un factor de ocupación mayor que en 2019», han explicado fuentes del gestor aeroportuario. Aena, que ha dado incentivos valorados en 82 millones de euros desde el verano de 2020, diferenciará los destinos de los vuelos a la hora de otorgar estas ayudas para impulsar aquellos más rezagados.
Así, en vuelos cortos y hacia Iberoamérica, dos segmentos que se han recuperado con fuerza, Aena ofrecerá una rebaja del 50% en la tasa por pasajeros que paga la aerolínea cuando la ocupación supere el 80%. La rebaja, en concreto, se aplicará sobre los pasajeros con los que se supera el 80% de ocupación. Para el resto de destinos (sobre todo aquellos que se dirigen a Norteamérica, Oriente Medio y Asia) la rebaja de la tasa por pasajero será del 100% y se aplicará en aquellos asientos con los que se supere el 70% de ocupación. Ambas ayudas estarán vigentes desde el 1 de abril hasta el 31 de octubre.
El sistema de incentivos escogido por
Aena se explica por la heterogénea recuperación del sector aéreo. Según los datos de la empresa pública, En destinos de corto radio se registran actualmente el 92% de los vuelos que operaban antes de la pandemia. Y también se está produciendo un alto nivel de actividad en los vuelos hacia Iberoamérica, sobre todo por la recuperación del aeropuerto de Adolfo Suárez Madrid-Barajas.
Así, los asientos disponibles en verano para volar al resto de Europa crecerán un 1% en comparación con 2019; los de los vuelos nacionales, un 8%; los que conectan con Iberoamérica, un 10% y las conexiones con Afríca un 24%. Por contra, los asientos hacia Norteamérica caerán un 14%, los de Oriente Medio, un 5% y los dirigidos a Asia un 14%.
Lejos quedan ya aquellos meses en los que la capacidad ofertada en los aeropuetos españoles registraba una caída del 60% respecto a los niveles de 2019. En el invierno de 2020 este descenso se elevó hasta el 71%, mientras que en 2021 ya se notó cierta recuperación: el descenso de programación fue del 43% en verano y del 21% en este pasado invierno.
La situación ahora es radicalmente distinta, y desde Aena aseguran incluso que algunas aerolíneas han pedido en las últimas semanas aumentar su programación estival. En principio, las compañías aéreas deben solicitar su capacidad para verano a Aena antes de que acabe el mes de enero, pero normalmente hay leves modificaciones a la baja en los meses posteriores (desde Aena hablan de una caída media de asientos del 4%). En este ejercicio, que desde la compañía pública califican de «atípico», las modificaciones se están produciendo sin embargo al alza.
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George is Digismak’s reported cum editor with 13 years of experience in Journalism