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Mateo y Simón Codoñer se proclamaron campeones de España de la clase 29er. Los valencianos, vigentes campeones del mundo, se ajustaron al guion que les otorgaba el papel de favoritos y no dieron la menor opción a sus rivales. Fueron líderes desde el primer día y se adjudicaron seis victorias parciales sobre un total de once mangas disputadas en aguas de Portocolom, cuyo campo de regatas, sometido a toda suerte de condiciones, resultó ser muy exigente.
La segunda posición fue para los también representantes del Real Club Náutico de Valencia Sergio Soler y Guillermo Castellano, mientras que el bronce (por el que llegaron a pelear hasta tres tripulaciones), recayó finalmente en la joven tripulación formada por Martina Lodos y Martina Díaz, del Real Club Náutico de Gran Canaria, quienes además se proclamaron campeonas femeninas, seguidas en el podio de esta categoría por las representantes del Real Club Náutico de Palma Neus García y Teresa Martín (quintas absolutas), y por las deportistas del Real Club de Regatas de Alicante Sara Momplet y Obdulia Fernández de Ybarra.
Los campeones de España se mostraron muy satisfechos con su actuación y confiaron en que los buenos resultados se mantengan en los próximos campeonatos internacionales. Su objetivo, dijeron, es ganar el próximo mundial de la clase, a disputar en El Balís. “En este campeonato de España hemos tenido que navegar con todo tipo de condiciones, con vientos duros y ola, y con brisas muy suaves. Ha sido una buena preparación para las próximas regatas”, declaró el patrón, Mateo Codoñer, quien no ocultó su intención de, llegado el momento, dar el salto al barco olímpico 49er. “El 29er es su hermano pequeño, un barco en el que la adrenalina siempre está presente, muy rápido y divertido”.
El campo de regatas de Portocolom mostró hoy su mejor versión y permitió la disputa de cinco mangas, una más de las programadas para la jornada final del Campeonato de España de 29er. El viento se estableció pronto con una intensidad de entre 8 y 15 nudos que se mantuvo a lo largo de todo el día, si bien su eje fue rolando hacia levante. Empezó en 340 grados y terminó en 60. En algunas mangas hubo que reposicionar el área de competición, pero en general las pruebas se disputaron sin mayores problemas.
Los participantes en la regata han tenido que adaptarse a todo tipo de condiciones desde el pasado jueves, en que el Comité decidió aplazar el inicio del campeonato debido al temporal y a la imposibilidad de cruzar la bocana del puerto natural de Portocolom en unas mínimas condiciones de seguridad. Ariane Mainemare, oficial principal de regatas, priorizó la seguridad de los participantes y optó por esperar a que el tiempo mejorara.
El viernes, con el mal tiempo del día anterior transformado en una incómoda mar de fondo, la flota se enfrentó a rachas de 20 nudos. Fue un día duro y largo. Se dieron las cuatro salidas programadas para la jornada y una más para recuperar lo que no se había podido hacer en el frustrado inicio de la regata.
El sábado no hubo apenas viento. El Comité, tras completar una primera prueba con un sur de apenas siete nudos, vio cómo la presión del anemómetro se caía por debajo de los cuatro nudos. Esperó a que la situación mejorara, pero terminó desistiendo.
La jornada final se disputó hoy domingo con unas condiciones típicas de Portocolom. El viento roló de norte a levante, hasta afianzarse en un Gregal (NE) que fue generoso a ratos pero nunca bajó de los siete nudos. Una vez más, el equipo dirigido por Mainemare aprovechó la regularidad de la brisa (no tanto de la dirección) para estirar en programa con la manga adicional que permite el reglamento. El Campeonato de España constó finalmente de once pruebas, cinco menos de las previstas pero suficientes para que la competición no se viera en absoluto desvirtuada.
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George is Digismak’s reported cum editor with 13 years of experience in Journalism