Wednesday, December 6

Muere el capo italiano Matteo Messina, el último padrino, detenido en enero


El último ‘boss’ siciliano, el que fue «jefe de jefes» de Cosa Nostra, Matteo Messina Denaro, 61 años, ha fallecido en la noche del lunes en la sala de reclusos del hospital de L’Aquila, en la región de los Abruzos, centro de Italia, donde recibía tratamiento del cáncer. A su lado estaba su hija Lorenza, nacida en su clandestinidad.

Al hospital de L’Aquila, completamente blindado por la policía, llegaron también su sobrina abogada Lorenza Guttadauro y una de sus hermanas, Giovanna. El viernes entró en coma irreversible. Se lleva a la tumba muchos secretos. Messina Denaro, que estuvo 30 años huido de la justicia, fue arrestado el pasado 16 de enero en una de las clínicas privadas más prestigiosas de Palermo, La Maddalena, donde recibía tratamiento de quimioterapia por el cáncer de colon con metástasis al hígado, diagnosticado tres años antes.

Messina Denaro fue un sanguinario con medio centenar de homicidios a sus espaldas. Estaba condenado a cadena perpetua por ser uno de los organizadores de los atentados contra los jueces Giovanni Falcone (mayo de 1992) y Paolo Borselino (julio de 1992), y sus escoltas. También había sido condenado por el secuestro y asesinato del pequeño Giuseppe Di Matteo (12 años), luego disuelto en ácido, hijo del colaborador de la justicia, al revelar los secretos del atentado de Giovanni Falcone.

Hijo del jefe mafioso de su ciudad natal, Castelvetrano (provincia de Trapani, Sicilia) aliado histórico de los Corleonesi de Totò Riina, huyó de la justicia en el verano de 1993, tras ser también uno de los organizadores de los atentados mafiosos en Roma, Milán y Florencia, en los que hubo una decena de muertos y graves daños al patrimonio artístico.

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El día que fue arrestado por los carabineros le dijo al fiscal Maurizio de Lucia: «Hablaré con usted, pero nunca colaboraré con la justicia». En tono desafiante, reiteró a magistrados y carabineros que, de no ser por su enfermedad, nunca lo hubieran detenido. Un día después de su arresto, Mesina Denaro fue trasladado a la prisión de L’Aquila, donde ha mantenido su promesa de silencio sobre crímenes mafiosos rodeados aún de misterio.

Fortuna

Messina Denaro estaba considerado hasta su detención como un personaje invisible. Durante muchos años, centenares de policías han estado involucrados para detenerlo. Se sabía que era un amante del lujo y de las mujeres, misógino, un asesino despiadado. Testimonios mafiosos contaron a la policía que se hizo cirugía plástica en Bulgaria y que se operó el estrabismo en la clínica Barraquer de Barcelona.

Quiso ser invisible para no hacer ruido y así tutelar mejor sus intereses económicos y los de Cosa Nostra. Denaro Messina era como un fantasma. Pero gestionaba con tranquilidad una impresionante red oculta, que ha contaminado sectores productivos, con intereses desde el norte de Italia hasta Sicilia.

Después de muchos viajes, en Italia, y seguramente también en Europa, en países como Grecia, Suiza y España, Messina Denaro regresó de forma permanente a su Sicilia, en el 2020. Para curar el cáncer, se vio obligado a bajar la guardia y sus precauciones. En Campobello di Mazara también iba incluso al restaurante y hacía la compra. La enfermedad era su punto débil y facilitó su detención.

En diciembre del año pasado, los carabineros encontraron en casa de su hermana un trozo de papel que contenía el diario clínico de un paciente con cáncer, con varias operaciones y hospitalizaciones. Una rápida investigación del Ministerio de Sanidad cerró el círculo sobre un aparejador de Campobello, Andrea Bonafede, que la mañana del 16 de enero debía someterse a una sesión de quimioterapia en la clínica La Maddalena.

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Pero en lugar de Andrea Bonafede, fue Messina Denaro quien apareció. Ese momento fue el final de la escapada del ‘boss’.

Secretos

Su detención despertó esperanzas de que, por fin, se desvelaran muchos secretos de Cosa Nostra. Incluso algunos expertos dijeron que si hubiera hablado, podría haber sido una «revolución», porque Messina Denaro conocía importantes secretos sobre las relaciones de la mafia con la política, el mundo empresarial, la masonería e instituciones del Estado.

La luz sobre esos misterios podía estar en la agenda y cartas del que fue gran capo de la mafia, Totò Riina, conocido como «La Bestia», documentación con la que se hizo Messina Denaro. «Espero que por fin se encuentre el interminable archivo de las relaciones entre la mafia y el Estado y se aclaren muchos misterios», llegó a declarar Salvatore Borsellino, hermano del magistrado asesinado por la mafia, Paolo Borsellino, tras la detención de Messina Denaro.

En cualquier caso, con su arresto, el Estado pudo cantar victoria, porque la detención del jefe de Cosa Nostra fue el gran desafío para las fuerzas del orden. Pero el Estado sigue teniendo el reto de seguir indagando en los secretos que se lleva a la tumba Messina Denaro, para evitar la reorganización de la mafia siciliana, hoy sin un ‘boss’ heredero del último padrino.


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