Entre el sainete y el vodevil, con aspectos dramáticos e intrigas propios de ‘Juego de tronos’ o de ‘House of Cards’, la trama del conflicto entre Génova 13 y la Puerta del Sol
se desarrolla estos días a la espera de un todavía incierto desenlace. La estupefacción e indignación que recorre a la militancia del PP se convierte en regocijo entre sus rivales políticos, que han popularizado en redes, con burla indisimulada, el emoticono de las palomitas.
La batalla por el control orgánico en la Comunidad de Madrid, un pulso que se evidencia públicamente en agosto cuando Isabel Díaz Ayuso anuncia su candidatura para presionar a su dirección nacional, se ha descontrolado entre acusaciones de espionaje y de
corrupción. Todo ello, en directo y ante las cámaras de televisión, con ataques cruzados de una dureza sin precedentes. Del choque, dicen numerosas voces en el partido, solo puede quedar uno en pie. Y los barones territoriales,
como publicó ayer ABC, se movilizan para que Pablo Casado prescinda de su número dos, Teodoro García Egea, para intentar salvar su cabeza.
Entre los protagonistas, y con
las dudas que despiertan los 55.850 euros que cobró el hermano de Díaz Ayuso por sus «gestiones» para la adquisición de mascarillas procedentes de China en abril del 2020, en lo peor de la pandemia del Covid-19, se cuelan una ristra de actores secundarios que van de familiares a amigos, pasando por detectives privados.
Pablo Casado: el presidente del PP, en su momento más delicado
La presidencia de Pablo Casado en el PP comenzó torcida, en las elecciones de abril del 2019, cuando apenas logró 66 escaños y vio cómo Ciudadanos se quedó a nueve del ‘sorpasso’. Aquello, en comparación con esta semana, fue un momento de dulce. Según han relatado las dos partes de esta guerra fratricida, en septiembre, Casado y Díaz Ayuso se reúnen en el despacho del líder del PP en Génova.
La presidenta de la Comunidad de Madrid acude con intención de abordar su deseo de encabezar también el aparato orgánico en la región, pero Casado le dice por primera vez que les ha llegado una información inquietante: el presunto cobro de una comisión de 286.000 euros por parte de su hermano, por un contrato adjudicado a un amigo para adquirir mascarillas.
El presidente del PP, ya esta semana,
guardó silencio hasta el viernes, pese a que el intercambio de misiles comenzó la noche del miércoles. En la Cope, secundó la versión ofrecida la víspera por su secretario general, García Egea, pero admitió carecer de pruebas de que Díaz Ayuso hubiese incurrido en ilegalidad alguna. Casado y Díaz Ayuso
se citaron por la tarde en Génova sin ningún avance. Sol habló ayer de un encuentro «infructuoso», pero
horas después la dirección nacional de los populares suavizó su postura.
Isabel Díaz Ayuso: la baronesa que quemó los puentes con Génova
La noche del miércoles, ‘El Confidencial’ y ‘El Mundo’ desvelan que fontaneros de Génova habían contactado con detectives privados para investigar a Tomás Díaz Ayuso, hermano de la presidenta de la Comunidad de Madrid. La tensión entre Génova y la Puerta del Sol estalla, y el entorno de Díaz Ayuso comienza a preparar una respuesta. El jueves por la mañana, Díaz Ayuso comparece ante los medios sin admitir preguntas de la prensa. Rompe con la dirección nacional del partido con graves ataques y exige respeto para ella y para su familia, a la par que niega cualquier corrupción.
Horas antes, Génova había filtrado la supuesta comisión de Tomás de 286.000 euros por la adquisición de mascarillas, pero sin aportar pruebas. Díaz Ayuso confirma ya en su primera comparecencia la existencia de «una relación comercial» entre su hermano y Priviet Sportive SL –la empresa a la que se adjudicó el contrato de emergencia para comprar mascarillas–, pero dice que se enteró de la misma en septiembre en su reunión con Casado, y que entonces contactó con su hermano y le aclaró que todo era «legal» y estaba declarado en Hacienda.
El viernes, la presidenta de la Comunidad de Madrid entra en directo en Cope
para rechazar la acusación de Casado, que minutos antes había dicho que su hermano Tomás podría haberse llevado una comisión de 286.000 euros, en un contrato adjudicado por algo más de 1,5 millones de euros. Díaz Ayuso no ofrece una cantidad, pero horas después un comunicado de su Gobierno desvela que su hermano ganó
55.850 euros más IVA por sus «gestiones» con China para la compra.
Teodoro García Egea: el gran señalado por la gestión de la crisis
El secretario general del PP –que comunicó la apertura de un expediente a Díaz Ayuso por sus declaraciones «casi delictivas» contra Casado y la cúpula del partido el jueves, aunque ayer Génova anunció que lo cerrará tras las explicaciones de la presidenta madrileña sobre el cobro de su hermano– es el gran señalado. El entorno de Díaz Ayuso lo considera el máximo responsable del conflicto interno que arrastra el partido desde hace meses y los barones populares exigen ya a Casado que lo destituya. En octubre, un mes después de la cita entre Casado y Díaz Ayuso, es él quien se ve con la presidenta de la Comunidad de Madrid. Según Génova, le pide información sobre la presunta irregularidad en el contrato del que supuestamente se benefició su hermano. Según Sol, trata de presionarla para que abandone la pugna por el PP regional. Su enfrentamiento viene de lejos,
entre recelos mutuos.
Miguel Ángel Rodríguez: el gurú de la presidenta del que desconfía Génova
Miguel Ángel Rodríguez, jefe de Gabinete de Isabel Díaz Ayuso, conocido como MAR, es una figura que genera gran desconfianza en Génova. La dirección nacional del PP le atribuye
la filtración del supuesto intento de espionaje al hermano de Díaz Ayuso –que a su vez niega que existiese– y recela de él desde que en enero del 2020 empieza a trabajar a las órdenes de la presidenta de la Comunidad de Madrid. En el entorno de Casado siempre han pensado que detrás de sus consejos a Díaz Ayuso se escondía la intención oculta de controlar el Partido Popular y de llevar a la baronesa madrileña a hacerse con las riendas de la formación a nivel nacional. Ha tenido un papel muy activo desde que se recrudeció el pulso y Díaz Ayuso comenzó a exigir el adelanto del congreso regional.
José Luis Martínez-Almeida: el alcalde exculpado por la presidenta madrileña
El supuesto intento de espionaje a familiares de Díaz Ayuso partió de la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo (EMVS), dependiente del Ayuntamiento de Madrid, pero la presidenta de la Comunidad de Madrid exculpó al alcalde de la capital de cualquier relación con el mismo. Martínez-Almeida fue de los primeros en comparecer, pero dijo hacerlo a título de alcalde y no como portavoz nacional del PP. Según informó a la prensa, a mediados de diciembre, cuando se entera del presunto intento de espionaje desde la EMVS inició una investigación interna tras la que concluyó que
no hubo contrato ni reunión con ningún detective. Ciudadanos, su socio en el Gobierno municipal, y la oposición le exigen
que aclare el papel del Ayuntamiento en todo esto. Cabe recordar que Génova incluso intentó situar a Martínez-Almeida como posible rival de Díaz Ayuso si había primarias para elegir al presidente regional del PP.
Tomás Díaz Ayuso: el hermano en el foco por el cobro de 55.850 euros
El
hermano de la presidenta autonómica, con veinte años de experiencia en la venta de productos sanitarios, ganó 55.850 euros más IVA por «gestiones realizadas» para la empresa Priviet Sportive. Isabel Díaz Ayuso asegura que no conoció su relación comercial con la sociedad adjudicataria del contrato hasta que se reunió en septiembre con Casado. Existen dudas razonables. Entre otras, las tres facturas pagadas a su hermano que la presidenta no quiso detallar por no tener relación, dijo, con las mascarillas.
Daniel Alcázar Barranco: el amigo de la infancia que administra la empresa
El administrador de la empresa Priviet Sportive, Daniel Alcázar Barranco, es amigo de la infancia de la familia Díaz Ayuso. Él es el responsable, por tanto, de la sociedad adjudicataria de un contrato para comprar 250.000 mascarillas FFP2 y FFP3 por un total de 1.512.000 euros. El hermano de la presidenta de la Comunidad de Madrid cobró 55.850 euros por «gestiones» para esa adquisición. Isabel Díaz Ayuso y su hermano Tomás pasaban juntos los veranos con Daniel Alcázar Barranco, con quien estrecharon lazos de amistad desde niños en el abulense Sotillo de la Adrada, un municipio de algo más de 4.700 habitantes. La adjudicación del contrato fue directa, sin concurso ni publicidad, por el contexto de emergencia amparado en el estado de alarma que regía entonces. La relación entre sus familias, según publicó ayer ‘El Español’, les llevó a compartir vacaciones en playas de Galicia y Marbella (Málaga).
Ángel Carromero: el fontanero de Génova que ha dimitido
Fontanero de Génova y hombre confianza del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, fue señalado como líder de la trama para montar un espionaje a Díaz Ayuso y a su familia.
Dimitió el jueves, horas después de que García Egea negase el intento de espionaje, aunque negó estar implicado. En su momento se ganó la simpatía de la expresidenta autonómica Esperanza Aguirre, quien fue su principal valedora en el partido.
Julio Gutiez: el detective que confirmó el intento de espionaje
Tras recibir un aluvión de llamadas de medios de comunicación Julio Gutiez, detective privado,
confirmó en un grupo de WhatsApp de detectives que le intentaron contratar para conseguir datos privados de Hacienda del hermano de Díaz Ayuso. Se negó porque lo que le estaban pidiendo «era ilegal». «Ahí quedó la cosa», garantizó.
Álvaro González: el que preguntó al detective si alguien le pidió una investigación
El presidente de la EMVS, Álvaro González, fue quien ‘a posteriori’ se encargó de contactar con un detective privado para preguntarle directamente si alguien había solicitado información sobre el hermano de Díaz Ayuso y el contrato en el ojo del huracán. Forma parte del núcleo duro de Martínez-Almeida.
Alberto Ruiz-Gallardón: el intermediario que avisó de todo al alcalde
El exministro de Justicia, expresidente de la Comunidad de Madrid y exalcalde de la capital puso sobre aviso a Martínez-Almeida del presunto espionaje perpetrado desde el Ayuntamiento, según publicó ‘El Confidencial’. Le dijo al actual regidor que en el entorno de Díaz Ayuso sospechaban de un detective vinculado a Ángel Carromero.
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George is Digismak’s reported cum editor with 13 years of experience in Journalism