Redmi Note 11, análisis y opinión

El Redmi Note 11 es el modelo más discreto de la serie Note de Redmi, y llega con prestaciones muy similares a las de su antecesor, pero con algunos cambios en el procesador, la pantalla y la cámara principal.

El gran riesgo que corre la gama Note 11 es que, en la búsqueda de ese equilibrio entre prestaciones y buen precio, puede quedarse corto en alguna de ellas. ¿Será ese el caso del Redmi Note 11? A continuación, lo ponemos a prueba y te contamos nuestra opinión sobre él.

El Redmi Note 11 llega por un precio de salida de 199 euros en su variante más básica que es la que hemos probado, y de 245 euros en su versión más top. Con este precio se sitúa como un candidato muy serio para quienes no se quieren gastar mucho en un smartphone.

Análisis de Redmi Note 11 por apartados:

Diseño funcional que cumple sin arriesgar y apuesta por el 4G para mantener el precio

Y empezamos el análisis de este Redmi Note 11 hablando de su diseño, que recuerda mucho a su antecesor con el que comparte las mismas líneas maestras de diseño, aunque detalles como un nuevo módulo de cámara marcan la diferencia.

Por todo lo demás, encontramos un diseño continuista sigue la estela del Redmi Note 10 con un estilo sencillo pero funcional.

Con unas dimensiones de 159,9 × 73,9 × 8,1 mm, el Redmi Note 11 se ajusta bien a la mano haciendo que resulte muy cómodo usarlo. Además, al estar construido en plástico, para la báscula en un peso de 179 gramos.

Pocas novedades también en lo referente a los acabados de la nueva serie Note 11. De hecho, Redmi nos ha enviado una unidad que luce el mismo color Gris grafito que tenía el Redmi Note 10 5G que analizamos hace unos meses. También está disponible en acabados Azul ocaso y Azul estelar.

El acabado mate de la trasera imita la textura del cristal y sus reflejos, dibujando una silueta de bordes suaves y esquinas redondeadas que mejoran el agarre, pero no evitan que las huellas queden marcadas.

Tenemos entre manos el mismo acabado que el del modelo del año pasado, por lo que es el módulo de cámara del Redmi Note 11 es el que marca la diferencia. Este módulo da especial protagonismo a la cámara principal y la sitúa en solitario en la parte más alta, mientras que el resto de cámaras y el Flash ocupan cada uno de los cuatro orificios restantes.

El borde derecho del chasis sirve de soporte para los botones de volumen y encendido, que además aloja el sensor de huella dactilar. En el borde superior, el jack para auriculares y el sensor de infrarrojos escoltan el altavoz superior, mientras que en el extremo inferior se ubica el USB C de carga, el altavoz inferior y uno de los micrófonos.

En el lateral izquierdo encontramos una bandeja híbrida en la que se pueden alojar dos tarjetas nanoSIM –aunque la compatibilidad queda limitada al 4G— y una tarjeta microSD.

Redmi tampoco se ha olvidado de añadir NFC para pagos móviles, Bluetooth 5.0 y soporte para redes WIFI 5, además de GPS Glonass, BDS, Galileo y radio FM.

En términos generales, el Redmi Note 11 ofrece un abanico muy completo en funciones de conectividad inalámbrica poco habitual en móviles de este rango de precios, aunque no cuenta con la última tecnología en este apartado.

AMOLED y 90 Hz por menos de 200 euros, la novedad más destacada de este modelo

Si nos vamos al frontal encontramos claras evidencias de que estamos ante un smartphone de gama media baja con unos marcos bastante bien optimizados, salvo en la parte inferior que luce una barbilla notable.

La nueva generación repite con una pantalla plana AMOLED de 6,43 pulgadas como el modelo 4G anterior, pero en esta nueva edición llega con algunas mejoras. Se mantiene la resolución Full HD+ que deja una densidad de 409 ppp.

La pantalla del Redmi Note 11 tiene una tasa de refresco de 90 Hz. Es un salto notable en la fluidez de la pantalla con respecto al modelo del año pasado, pero no es adaptable, y solo permite ajustarla en 60 o 90 Hz desde los ajustes de pantalla.

Redmi afirma que esta pantalla entrega más brillo que la versión anterior. En nuestro caso hemos medido una media de XX luxes y picos de XX luxes. Este nivel de brillo permite ver correctamente la pantalla a pleno sol, aunque nos hemos encontrado algunos problemas con el ajuste de brillo automático.

El ajuste de color viene algo frío de fábrica, pero puede cambiarse el perfil de color para cubrir el espacio de color DCI-P3. En nuestro caso, hemos optado por el perfil de color Vívido con una leve corrección en la temperatura.

Por todo lo demás, la pantalla del Redmi Note 11 es, sin duda alguna, uno de los puntos fuertes de este terminal.

Hace algunos años – no muchos—, era impensable encontrar un smartphone de menos de 200 euros con sonido estéreo. Redmi no se ha olvidado de esta característica y la ha incluido en su terminal aportando un sonido de buena calidad para este rango de precio.

No obstante, no es un sonido especialmente equilibrado ya que todo el peso de la reproducción del sonido recae sobre el altavoz inferior que suena algo metálico marcado por la ausencia notable de bajos.

199 euros no justifican un hardware lento que no mejora con MIUI 13

La nueva generación de Redmi Note 11 llega con un nuevo procesador de gama media fabricado en 6 nm que no ha sido capaz de brillar y, de hecho, incluso rinde menos que el que montaba su antecesor.

Tal vez, el motivo de la falta de rendimiento que hemos notado durante toda la prueba no sea culpa directamente del chip, sino de una capa de personalización muy poco optimizada.

El Qualcomm Snapdragon 680 es un procesador de 2021 fabricado con elementos de 2019. Algunos fabricantes han recuperado para integrarlos en sus modelos más asequibles para asegurarse el suministro de procesadores. Lo hemos visto, por ejemplo, en el realme 9i que analizamos hace algunas semanas.

El resultado es un smartphone que se comporta de forma correcta en tareas del día a día con apps poco exigentes, aunque hemos sufrido, pero no es el móvil más recomendable para jugar a Genshin Impact ni ejecutar ninguna app mínimamente exigente.

Los resultados de los benchmarks ya lo sitúan en una posición cercana al Helio G96 de la generación anterior, pero optimiza el consumo con una litografía de 6 nm.

La unidad que nos ha enviado Redmi cuenta con 4 GB de memoria RAM ampliable en 1 GB adicional desde el menú del sistema, que se queda bastante corto a poco que se le exige algo más de rendimiento y se deja notar la escasez de RAM al iniciar juegos y aplicaciones.

También es la versión con 64 GB de almacenamiento con tecnología UFS 2.2, que pese a contar con la opción de ampliarlo mediante una tarjeta microSD, se queda corto de memoria muy rápidamente. Hay que tener en cuenta que, un juego como Genshin Impact, ya ocupa más de 15 GB.

Salvo si lo vas a usar para mensajería y poco más, recomendamos optar por la versión más top para dar un respiro a la memoria RAM y disponer de algo más de espacio de almacenamiento.

El Redmi Note 11 llega con una versión actualizada de MIUI 13 corriendo sobre una base de Android 11 que no hace más que lastrar la experiencia de uso ante un hardware ya de por sí muy limitado.

Sorprende que, en pleno auge de Android 12, salga un nuevo smartphone con Android 11 y a estas alturas de 2022 no se justifica este movimiento de encorsetar una nueva capa de personalización sobre una base del sistema operativo no actualizada.

Tenemos la habitual presencia de apps accesorias de Xiaomi, que bien podrían integrarse en el propio sistema operativo desde el menú de ajustes. Apps como Seguridad o Escáner encajan en esta descripción y ensucian el sistema con más apps de lo habitual y una fuerte presencia de publicidad.

MIUI13 aporta algunos gestos adaptados que facilitan el uso. Nos ha gustado, por ejemplo, que al hacer doble toque en el sensor de huella realice determinadas acciones como iniciar la calculadora, hacer capturas de pantalla o encender la linterna.

Redmi Note 11 incorpora un sensor de huella en el lateral que funciona realmente bien permitiendo desbloquear el terminal de forma inmediata. También permite desbloquearlo mediante reconocimiento facial.

Este es un poco más lento y deja de funcionar cuando la luz escasea. En mi caso la solución ha sido utilizar ambos sistemas combinándolos para que, uno u otro, el desbloqueo sea inmediato.

El cambio de sensor no consigue mejorar el rendimiento fotográfico de su antecesor

Una de las novedades que aportan los Redmi Note 11 es su cámara principal que, al menos en teoría, mejora sus prestaciones con un nuevo sensor de Samsung de 50 Mpx.

Los Redmi Note no se han caracterizado por su excelencia a la hora de hacer fotos, por lo que rebajamos nuestras expectativas fotográficas para situarlas en un nivel más acorde con la realidad.

MIUI 13 no nos ha traído grandes novedades en la app de cámara por lo que, en esencia, la experiencia de uso es la misma que en cualquier otro Xiaomi, con un carrusel de modos de disparo situado sobre el botón de disparo y algunas opciones adicionales en el apartado Más.

Desde ya te adelantamos que todo el protagonismo es para la cámara principal, mientras que las otras tres le hacen la comparsa aportando entre poco y nada al conjunto. Desde este enlace puedes descargar las muestras que verás a continuación en su formato original para que puedas juzgar su calidad.

El Redmi Note 11 se limita a ofrecer un rendimiento correcto en el apartado fotográfico demostrando que la cantidad de megapíxeles de una cámara no es más que un valor vacío si no se acompaña de un procesado adecuado.

Los 50 Mpx de la cámara principal del Redmi Note 11 cumple por la mínima entregando unas fotos correctas y ni siquiera consigue sacar músculo en las fotos a pleno sol.

En este escenario, la cámara principal muestra un comportamiento aleatorio en el que, o bien expone en exceso rozando el quemado de las luces altas, o subexpone dejando unas fotos algo oscuras.

El HDR equilibra las luces, pero deja fotos bastante más planas y con colores más lavados. Redmi no ha tenido demasiado en cuenta la distinta apertura de las cámaras y eso hace que tanto los colores como la luminosidad cambie entre ellas.

La cámara Ultra gran angular de 8 Mpx no ofrece resultados muy diferentes de los de la cámara principal, con el añadido de la distorsión en las esquinas que añade una apertura de 118º.

La nitidez tampoco es su punto fuerte, pero al menos se corrigen mínimamente las distorsiones verticales evitando la aparición del efecto barril en el centro de las imágenes.

Pasaremos de puntillas por la cámara Macro, un sensor de 2 Mpx totalmente prescindible que nos deja muestra más cercanas a una pintura creada con acuarelas que a una foto.

La falta de detalle es evidente en esta cámara y se pierden totalmente los detalles que, en teoría, justifican la presencia de estas cámaras.

Si al Redmi Note 11 le cuesta mantener el tipo con las fotos a pleno sol, cuando la luz decae la cosa se complica y hacer una buena foto se convierte en todo un reto.

La cámara cuenta con un modo Nocturno que hace lo que puede para reducir el ruido manteniendo el nivel de detalle. Lo primero lo consigue en gran medida en la mayoría de las ocasiones, pero lo segundo es una batalla perdida.

Este modo Nocturno muestra las mismas debilidades que encontrábamos durante las fotos de día y no consigue mantener el control de las luces altas. Desactivar este modo implica obtener una foto llena de ruido y con escaso detalle.

El modo Retrato hace un buen trabajo en general, aunque comete los errores habituales en los móviles de este rango de precios, mostrando problemas al detectar el borde del recorte en la zona de las gafas, orejas, etc.

Si nos vamos a la cámara frontal, encontramos el mismo patrón de comportamiento que en la cámara principal, con tendencia a quemar las zonas más iluminadas o a aplicar demasiado contraste.

Algo que corrobora nuestras sospechas de que los problemas son de procesado de la foto y no tanto del hardware en sí mismo.

El apartado de vídeo no sale mejor parado mostrando una limitación importante al permitir una resolución máxima de 1080p a 30 fps, bajando hasta los 720p cuando se aplica algún tipo de filtro.

La estabilización es una rara avis en esta gama de precios, por lo que más te vale templar los nervios antes de pulsar el botón de grabación porque no cuenta con ningún tipo de ayuda electrónica.

5.000 mAh y carga rápida que dan para mucho, mucho uso

La autonomía de la batería es otro punto fuerte del Redmi Note 11, que llega con una batería de 5.000 mAh que sigue la estela de sus antecesores aprovechando cada miliamperio de batería.

Con un uso medio, el Redmi Note 11 ha entregado unas 8 horas de pantalla en algo más de día y medio de uso. El hardware es bastante limitado, pero al menos no son componentes demasiado tragones.

Junto al Redmi Note 11 se incluye un cargador de 33 W, entregando una carga rápida bastante eficiente pese a ser un smartphone asequible, aunque sí prescinde de la carga inalámbrica.

Ha tardado 28 minutos en recuperar el 50% de su carga y en 74 minutos consigue completar el 100%.

Redmi Note 11 continúa la saga arriesgando poco y manteniendo los errores del pasado

Llegamos a la recta final de este análisis del Redmi Note 11 con las mismas senciones que tuve al probar el Redmi Note 10 con conectividad 5G , con la diferencia que, en aquel modelo, pensaba que la falta de rendimiento era parte del sacrificio por añadir conectividad 5G.

En este caso, el 5G no sirve de excusa para que Redmi haya presentado un smartphone que, sobre el papel, tiene todos los números para convertirse en un superventas…al menos hasta que pulsas el botón de encendido.

En el balance positivo, sin duda tenemos su pantalla AMOLED de 90 Hz y la buena respuesta de la batería, mientras que en el negativo se posicionan claramente el rendimiento del hardware y la fotografía.

Soy consciente de que no se le pueden pedir milagros a un smartphone de menos de 200 euros, pero lo mínimo es que la interfaz no se quede trabada al cambiar entre aplicaciones. MIUI 13 no le hace ningún favor a un Note 11 que ya llega justito y no necesita una capa pesada, mal optimizada y llena de publicidad.

A pesar de ser un smartphone con un rendimiento discreto, los 199 euros que cuesta el modelo más básico resulta un precio muy atractivo para quienes solo usan el móvil para llamadas, mensajería y gestión del correo, sin darle demasiada importancia al resto de prestaciones.

El Redmi Note 11 se presenta como un smartphone barato, pero se lo cobra exigiendo demasiados compromisos al usuario. Es por eso, que para aligerar un poco más la experiencia de uso con un hardware limitado, nuestra recomendación es siempre el modelo con el equipamiento más completo, que en este caso sube hasta los 245 euros.