Wednesday, March 27

San Francisco ajusta cuentas y expulsaa quienes quisieron purgar el legado español de la Junta Escolar



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Finalmente, ni siquiera San Francisco ha aguantado tanto. La meca de la izquierda mundial, esas 94 millas cuadradas rodeadas de realidad, como definió a la ciudad Paul Katner, acaba de destituir a tres miembros de la Junta Educativa del distrito por una creciente insatisfacción, coronada por la decisión, anunciada hace un año, de eliminar de 44 escuelas públicas los nombres de
George Washington, Thomas Jefferson, Abraham Lincoln y otras figuras históricas acusadas de esclavismo, genocidio o ambos.

Entre los nombres indignos que se intentó eliminar estaban, además de los de aquellos presidentes estadounidenses, los de españoles que tomaron parte en la conquista o evangelización de aquellas zonas, incluidos
Fray Junípero Serra, Vasco Núñez de Balboa o Pedro de

 Alvarado. Por alguna razón, los miembros de la junta educativa también optaron por quitar nombres más genéricos, en español, como El Dorado o Misión. El plazo para cambiar los nombres de las escuelas públicas era abril de 2021.

Los miembros de la junta escolar argumentaron que el cambio de nombre era necesario, dada la protesta racial que prendió tras el homicidio de George Floyd a manos de un policía en plena pandemia. Las figuras históricas que dan nombre a las 44 escuelas han «disminuido significativamente las oportunidades al derecho a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad», según decía la polémica resolución aprobada el 27 de enero de 2021.

Con prisas y sin consultas

Pronto, grupos de padres se organizaron criticando que todo hubiera sucedido de forma tan apresurada, y sin consultas de enjundia a los votantes. En uno de los casos, el de la escuela
Roosevelt, los miembros de la junta educativa no sabían ni siquiera si al que purgaban era Teddy, el presidente número 26, o Franklin Delano, el número 32 y padre del «New Deal».

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Fue demasiado hasta para San Francisco, el paraíso demócrata, y la alcaldesa intervino. En un comunicado oficial, esta dijo que la prioridad de la Junta Educativa debía ser reabrir las escuelas, para desahogar a los sufridos padres y a sus hartos hijos, y que una vez sucediera eso, ya se hablaría de los nombres de los centros.

«No puedo entender cómo es posible que la Junta Educativa quiera cambiar esos nombres en abril, cuando ni siquiera tiene un plan para tener reabiertas las escuelas para esa fecha», dijo la edil, London Breed.

En abril, cuando el cambio debería haberse completado, la junta votó in extremis en contra de su propia decisión, y dejó los nombres antiguos en pie. Eso no le impidió a un grupo de padres, apoyados por la alcaldesa, poner en marcha un referendo revocatorio, que tuvo lugar este miércoles 16 de febrero de 2022.

Recusados

La junta escolar tiene siete miembros, todos demócratas, elegidos en las urnas, pero solo tres eran sometidos a la revocatoria: la presidenta Gabriela López, la vicepresidenta Faauuga Moliga y la comisionada Alison Collins, todos finalmente recusados, con más de un 70% de votos a favor de su expulsión. De los 499.771 electores registrados en San Francisco, participaron 130.302, lo que representa a un 26.07% del censo.

Según dijo la alcaldesa Breed después: «Los votantes de esta ciudad han enviado un mensaje claro de que la Junta Escolar debe centrarse en lo esencial para brindar un sistema escolar bien administrado por encima de todo. San Francisco es una ciudad que cree en el valor de las grandes ideas, pero esas ideas deben construirse sobre la base de un gobierno que hace bien lo esencial».

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Tras la destitución, Breed nombrará sustitutos que ocuparán el cargo hasta unas nuevas elecciones en noviembre.

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